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Una joven residente en el municipio de Campechuela, en la provincia de Granma, mostró algunos de los daños que causaron los sismos del 10 de noviembre en su vivienda y la de su vecina, y denunció la falta de atención de las autoridades a las familias damnificadas.
La cubana Shakira Castillo Pérez compartió en el grupo de Facebook “Somos de Campechuela” fotos de las grietas que se abrieron en paredes, techos y muros de las casas, por el impacto de los terremotos de magnitudes 6 y 6.7 que se registraron el domingo anterior en el oriente de Cuba.
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“Miren, mi gente, cómo quedó mi casa y la de mi vecina después de los sismos que se ocasionaron el día 10 de noviembre del 24, (…) nadie se ha preocupado por saber los daños que ha causado a la población de Campechuela, y si se dignan a venir es por esto que estoy subiendo”, dijo Castillo en su publicación.
Preocupada por el riesgo que representan los daños en la estructura del inmueble, la joven reveló que en su casa residen una persona mayor de edad y una embarazada.
”Y como en estas dos casas, hay más en peores situaciones, y nadie da respuesta”, advirtió.
El Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) informó que, hasta las mañana de este domingo, se han registrado 4,060 réplicas de los sismos del pasado 10 de noviembre, de las cuales, unas 101 fueron probablemente perceptibles por la población que vive cerca de la zona activa, al sureste del municipio de Pilón, en la provincia de Granma.
En un informe reciente, el gobierno cubano reveló que se han reportado preliminarmente 8,612 viviendas dañadas por los terremotos, de las cuales, 156 se derrumbaron por completo y 5,968 presentan afectaciones menores.
Según estadísticas oficiales, como consecuencia del impacto de los huracanes Oscar y Rafael, y los dos sismos ocurridos el domingo pasado, unas 46,400 viviendas sufrieron daños en las provincias afectadas por esos eventos naturales: Guantánamo, Artemisa, Mayabeque, La Habana, Santiago de Cuba y Granma.
El ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña, informó que más del 80 % de los destrozos causados por los huracanes en las viviendas “se concentran en daños parciales y totales en los techos”, y consideró que esto podría hacer más ágil la recuperación.
Sin embargo, señaló que, en el caso de los estragos ocasionados por los sismos, “el trabajo de certificación es más profundo y está haciéndose por expertos del sector (ingenieros, arquitectos)”.
Los recientes terremotos en la región oriental de Cuba pusieron al descubierto una realidad alarmante: la alta vulnerabilidad de numerosas edificaciones en el país ante eventos sísmicos de moderada o gran magnitud.
Este problema no sólo afecta a Granma, epicentro de los sismos, sino también a otras provincias expuestas a movimientos telúricos, y evidencia la necesidad urgente de mejorar la calidad y seguridad en las construcciones en el país.
Eberto Hernández Suros, ingeniero geólogo y coordinador del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) en la provincia de Granma, subrayó que las deficiencias en la calidad de cuantiosas edificaciones son, en gran medida, consecuencia de violaciones al código sísmico vigente en Cuba desde 2017.
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