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Cuatro cubanos fueron declarados este miércoles presos de conciencia por la ONG Amnistía Internacional (AI): el opositor Félix Navarro; su hija y periodista Sayli Navarro; el manifestante del 11 de julio de 2021 Roberto Pérez Fonseca, y el activista Luis Robles.
Mediante un comunicado, AI exigió su “liberación inmediata e incondicional” y denunció el contexto de “violaciones sistemáticas de derechos humanos” y la represión de cualquier forma de disidencia en la isla, expuso la agencia EFE.
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La directora de las Américas de AI, Ana Piquer, destacó que este reconocimiento a los prisioneros refleja la “valentía y resistencia” de quienes luchan por los derechos humanos en la isla, a pesar de la “represión permanente”.
Félix Navarro, un opositor político de 71 años y fundador del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel, cumple su tercera condena política pese a su delicada salud. Su hija, Sayli Navarro, cofundadora de las Damas de Blanco, fue detenida tras participar en las manifestaciones del 11J junto a su padre.
Luis Robles fue encarcelado en 2020 por protestar pacíficamente con un cartel que exigía “libertad” para el rapero Denis Solís, mientras que Roberto Pérez Fonseca, condenado tras las protestas del 11J, enfrenta cargos de desacato y desórdenes públicos. También recordó que el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU ya había declarado arbitraria su detención.
Con estos nuevos nombramientos, la lista de presos de conciencia en Cuba de AI crece considerablemente. Anteriormente, la organización ya había declarado como tales a figuras prominentes como el líder opositor José Daniel Ferrer, los artistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo, y los sacerdotes yorubas Loreto Hernández García y Donaida Pérez Paseiro.
Amnistía subrayó que su objetivo no es abarcar a todos los que cumplen estas condiciones, sino resaltar casos representativos para atraer la atención internacional.
De igual manera, advirtió sobre una “nueva ola represiva” en Cuba, con un “alarmante aumento del acoso y las detenciones arbitrarias” contra activistas, periodistas y medios independientes durante septiembre.
La organización criticó el deterioro en las condiciones de salud e integridad física de las personas encarceladas, así como el incremento de campañas estatales que buscan deslegitimar a medios como El Toque, Cubanet y Periodismo de Barrio, entre otros, acusándolos de “mercenarios” y de mantener vínculos con la oposición política.
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