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Tres balseros cubanos fueron repatriados este martes, luego de ser interceptados a unas 10 millas al suroeste de Cayos Marquesas, la semana pasada, cuando las condiciones climáticas en la zona eran extremadamente adversas por el avance del potente huracán Helene hacia Florida.
Un breve comunicado de la Guardia Costera de EE.UU. (USCG) informó este martes de la repatriación de los tres inmigrantes, que fueron trasladados a Cuba por la tripulación del escampavía Charles Sexton.
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Aunque la nota no precisa las circunstancias ni el día exacto de la pasada semana en que fueron hallados los balseros, salta a la vista que debieron echarse a la mar en medio del avance de Helene y desafiar las marejadas ciclónicas, torrenciales lluvias e inclementes vientos de la tormenta, poniendo en riesgo sus vidas.
Helene azotó a una parte del occidente de Cuba, pero fue devastador en unos seis estados del sur de Estados Unidos, incluido Florida, por donde tocó tierra como huracán categoría 4.
El ciclón dejó más de un centenar de muertos, personas desaparecidas y estragos materiales severos en varios estados.
La semana pasada, las autoridades fronterizas de EE.UU. alertaron, una vez más, sobre el riesgo de realizar travesías marítimas en embarcaciones rústicas, poniendo en peligro las vidas de sus ocupantes en altamar.
Precisamente el martes anterior, la USCG repatrió a 22 migrantes cubanos, tras interceptarlos en dos operaciones separadas al sur de los Cayos de Florida.
Días antes, las autoridades de Inmigración de EE.UU. liberaron a varios de un grupo de 43 balseros cubanos que desembarcaron el 17 de septiembre en Cayo Marathon. Fueron puestos en libertad con grilletes electrónicos y un formulario I-220A, que les permite permanecer temporalmente en el país.
Según el reconocido abogado de inmigración Willy Allen, muchos migrantes que llegan por vía marítima son procesados y liberados bajo ciertas condiciones, mientras que otros son deportados.
La peligrosa travesía marítima desde Cuba hacia Estados Unidos ha cobrado la vida de al menos 142 balseros hasta el término de agosto de 2024, según un informe del Programa de Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Ante la precariedad de la vida y la falta de oportunidades por la aguda crisis económica en Cuba, cientos de ciudadanos de la isla continúan lanzándose a riesgosas empresas migratorias, por mar o tierra, en busca de un futuro más promisorio para ellos y sus familias.
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