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El huracán Helene, que tocó tierra como un huracán de categoría 4 en la región de Big Bend, Florida, ha dejado al menos 52 muertes y una estela de destrucción a lo largo del sureste de Estados Unidos.
Entre las víctimas mortales se cuentan tres bomberos, una mujer con sus gemelos de un mes, y una anciana de 89 años cuyo hogar fue destruido por un árbol caído.
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Las muertes se han registrado en Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia, informó Local 10.
El viernes los muertos rondaban los 40, sin embargo, se han elevado a 52 en la última noche y se espera que el número de víctimas aumente a medida que se accede a zonas aisladas y anegadas.
Las labores de rescate y recuperación continúan.
El sheriff del condado de Pinellas, Bob Gualtieri, indicó que todas las víctimas en su condado se encontraban en vecindarios que habían sido evacuados. Muchos decidieron no abandonar sus hogares, enfrentándose a situaciones críticas al verse obligados a refugiarse en sus áticos para escapar de las aguas crecientes, explicó.
Con vientos de hasta 140 mph (225 kph), el fenómeno natural azotó Florida el jueves por la noche antes de desplazarse rápidamente hacia Georgia, las Carolinas y Tennessee.
A su paso arrasó con árboles, casas y desbordó ríos, causando severas inundaciones.
Más de tres millones de personas se quedaron sin electricidad durante el fin de semana, y algunas zonas continúan bajo amenaza de inundaciones.
El suroeste de Carolina del Norte fue una de las áreas más afectadas, con deslizamientos de tierra y crecidas que aislaron a comunidades enteras, incluido el cierre de la carretera interestatal 40.
En Asheville, se han registrado zonas completamente inundadas, según videos difundidos en redes sociales. Muchas familias han quedado incomunicadas desde el viernes.
También han trascendido rescates dramáticos en Tennessee, donde decenas de pacientes y personal fueron evacuados de un hospital en el condado de Unicoi mediante helicópteros debido a la crecida de un río cercano.
El huracán, ahora convertido en ciclón post-tropical, permaneció sobre el Valle de Tennessee el fin de semana, con alertas de inundaciones y vientos fuertes en los Apalaches del sur y partes de Tennessee y Ohio.
En Tampa, el lujoso vecindario de Davis Islands sigue recuperándose de las inundaciones provocadas por la marea de tormenta.
En otras áreas del estado, comunidades enteras han quedado devastadas, con cientos de hogares destruidos y sin servicios básicos.
Con casi 4 millones de hogares y negocios sin electricidad en Florida, Georgia y Carolina del Sur, las condiciones continúan siendo peligrosas, y las autoridades advierten sobre la posibilidad de cables eléctricos en el agua y otros peligros.
El cambio climático, según expertos, ha exacerbado las condiciones que permiten la rápida intensificación de huracanes como Helene, con mares más cálidos que alimentan tormentas más poderosas.
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