El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, abiertamente opuesto a los regímenes dictatoriales latinoamericanos, utilizó su discurso en la 79° Asamblea General de Naciones Unidas para denunciar el reciente fraude electoral cometido por Nicolás Maduro en Venezuela.
En su última intervención como jefe del Estado uruguayo, Lacalle Pou abordó con agudeza la crisis política en Venezuela, a cuyo régimen calificó de “autoritario e intolerante”, denunciando las "numerosas violaciones a los derechos humanos" y los abusos reportados dentro de territorio venezolano.
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"Muchos gobiernos y líderes mundiales han mirado para el costado. Por falta de interés algunos de ellos, y muchos otros por interés. Se trata de condenar el fraude, condenar el régimen, no solo un proceso electoral viciado", argumentó desde la sede de la ONU en Nueva York.
El mandatario instó a los distintos gobiernos a actuar para evitar que el "autoritarismo" se propague en América Latina, y otras regiones.
“Ha llegado la hora de actuar por Venezuela, por los venezolanos y también, permítanme, y si la comunidad internacional es tolerante ante estas actitudes, solo resta esperar saber cuál es el próximo país que va a verse sometido, a lo que están sometidos los venezolanos”, enfatizó.
En ese mismo estrado el pasado año, Lacalle Pou reiteró con firmeza sus críticas a los "populismos autoritarios", aludiendo sin mencionar nombres a regímenes como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua. En diversas ocasiones, el mandatario uruguayo ha subrayado cómo estos gobiernos no solo violan los derechos humanos, sino que también empobrecen a sus pueblos, instando a la comunidad internacional a adoptar una postura más decidida.
Este llamado a la acción no fue aislado. En enero de 2023, durante la Cumbre de la CELAC en Buenos Aires, Lacalle Pou arremetió contra la organización por dar cabida a gobiernos que, en su opinión, no respetan ni la democracia ni los derechos humanos. En su intervención, insistió en la importancia de superar las divisiones ideológicas para centrarse en la defensa de los derechos fundamentales.
Siguiendo esta misma línea crítica, el pasado martes, el presidente argentino Javier Milei también lanzó fuertes reproches, esta vez dirigidos a la ONU, por permitir que países como Cuba, Venezuela e Irán formen parte de su Consejo de Derechos Humanos.
Milei calificó a estos países como "dictaduras sangrientas" y denunció que no deberían formar parte de un organismo que defiende los derechos humanos.
También el presidente chileno Gabriel Boric mostró su preocupación por el autoritarismo y las violaciones que se cometen en Venezuela, agravadas con el fraude electoral del pasado 28 de julio por parte de Maduro y su gobierno.
Boric señaló que América Latina se encuentra “frente a una dictadura que pretende robarse una elección, que persigue a sus opositores y es indiferente al exilio, no de miles, sino de millones de sus ciudadanos”.
Por lo que instó a buscar una “salida política” a la crisis venezolana, mientras pidió que se reconociera “el triunfo de la oposición”, liderada por el excandidato Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, y llevar “adelante una transición pacífica a una democracia en forma”.
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