El mercado mayorista China Import, cerrado a los pocos días de inaugurado en La Habana, incumplía con las normas vigentes para ejercer el trabajo por cuenta propia, según el gobierno de la capital.
Ubicado en Manglar entre Oquendo y Nuevo Pilar, en el Cerro, cerca del popular mercado de Cuatro Caminos, el mercado fue cerrado a finales de agosto, lo cual generó un notable revuelo en las redes sociales.
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En un comunicado publicado este viernes en Tribuna de La Habana, el gobierno de la capital indicó que se decidió realizar una acción de control al establecimiento comercial a partir de opiniones y quejas de la población, además de otros elementos divulgados en redes sociales.
El establecimiento “era operado por una persona trabajadora por cuenta propia de la provincia Santiago de Cuba, a partir del arrendamiento de un antiguo almacén de la Empresa Suchel de la Industria Ligera”, indicaron las autoridades.
“Entre las violaciones más graves se detectaron ventas de mercancías en dólares, productos a la venta sin precios visibles, no habilitación de las pasarelas de pago electrónico establecidas, contratación ilegal de fuerza de trabajo y participación como trabajadores de ciudadanos extranjeros, incumpliendo las condiciones de estancia en el territorio nacional”, indicó el ente local de gobierno.
La inspección, iniciada por el ministerio de Comercio Interior, de conjunto con la dirección provincial de Comercio de La Habana, identificó “significativas inconsistencias entre el importe de los impuestos pagados y los volúmenes de operaciones realizadas”.
Estas “inconsistencias” eran notorias en el caso de las mercancías importadas, lo cual, “unido a la inexistencia de registros contables y al empleo de cuentas bancarias personales para el manejo de los fondos del negocio, constituyen indicios del delito de evasión fiscal”.
El cúmulo de irregularidades detectadas llevó a los inspectores a plantear la necesidad de investigar a las autoridades administrativas implicadas para determinar las responsabilidades de los presuntos implicados y adoptar las medidas correspondientes.
Según la nota oficial, la inspección reveló “insuficiencias en la función de control de quienes no detectaron las irregularidades existentes en la etapa de aprobación y ejecución de la actividad comercial”.
“Sobre la base de estas irregularidades se determinó la paralización de la actividad comercial y ampliar el alcance del control, incluyendo la fiscalización al cumplimiento de las obligaciones tributarias”, indicó el comunicado del gobierno local, haciendo énfasis en la necesidad del “perfeccionamiento realizado al marco regulatorio para las formas de gestión no estatal y sus relaciones con el sector estatal (…) y de fortalecer los mecanismos de control y la exigencia por las responsabilidades administrativas y empresariales”.
El mercado, conocido popularmente como el Costco chino, captó enseguida la atención de los emprendedores cubanos por su amplia variedad de productos y sus precios competitivos, pero de buenas a primeras cerró sus puertas hasta nuevo aviso y sin ninguna explicación.
En su interior, podían comprarse productos en moneda nacional (MN) a la tasa de cambio informal del día. Además, se aceptaban pagos por transferencia en MN y en MLC, aunque en un inicio esa opción no estaba disponible ya que enfrentaban problemas técnicos con las plataformas de pago en Cuba.
El que los compradores pudieran pagar en MN a la tasa de cambio informal vigente era una opción muy atractiva para los emprendedores, pero inaccesible para el cubano de a pie.
La modalidad de pago con precios en dólares llamó la atención de muchos clientes que se preguntaron en redes sociales qué pasaría si las Mipymes adoptaran este sistema de "cambio al precio del día".
China Import, que se ofrecía como una tienda para mayoristas, albergaba filas interminables de estanterías con todo tipo de mercancías –ropa, calzado, artículos electrónicos y de menaje del hogar, perfumes– a precios entre tres y cinco veces más bajos que en el mercado informal.
En declaraciones a 14ymedio una empleada explicó que la condición para adquirir la mercancía era gastar más de 50 dólares –equivalentes a unos 16,000 pesos cubanos según la actual tasa de cambio informal– y llevar los artículos en paquetes de demasiadas unidades.
Tal y como señaló el citado medio independiente, el “Costco chino” corrió similar suerte que Diplomarket (de venta en divisas), el bautizado “Costco cubano”, que cerró sus puertas a finales de junio pasado, al mismo tiempo que el Ministerio del Interior detenía a su dueño, el cubanoamericano Frank Cuspinera Medina y a su esposa, sin que hasta la fecha se sepa su paradero.
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