La niña de siete años Rebeca Quintana Vázquez, falleció la madrugada del miércoles 31 de julio en el Instituto de Hematologia e Inmunologia de La Habana, a causa de una leucemia linfoblástica.
“En el momento del fallecimiento nos encontrábamos gestionando la visa humanitaria para buscar opciones en el extranjero con el fin de salvar la vida de nuestra Rebeca”, escribió en su perfil de Facebook Nelson Álvarez, conocido en redes sociales como “El Porfiao de Cuba”.
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Precisamente, el día anterior al fallecimiento de la niña, su padre Aymer Quintana Carmenate, realizó una transmisión en vivo para denunciar el tratamiento que las autoridades del Ministerio de Salud de Cuba le habían dado a su caso.
Al momento de su directa, el padre dijo que la pequeña Rebeca tenía uno de hemoglobina, lo que ponía en peligro la vida de la niña y no había plaquetas disponibles en el Banco de Sangre.
Su madre, Yicel Vásquez Urquiza también hizo un pedido en redes sociales de donantes de sangre que pudieran apoyar a su hija, incluso pagando "lo que haya que pagar" porque "en el banco no hay".
Sin embargo, las autoridades de Salud mantenían una posición en la que aseguraban que “ellos tienen todo, que son una eminencia para tratar a mi niña con una leucemia recurrente”, señaló el angustiado padre.
Aymer, que dijo ser de Las Tunas y llevar tres meses en La Habana para el tratamiento de su hija, indicó en sus palabras que su objetivo era el de que el Ministro de Salud cubano José Ángel Portal Miranda escuchara su súplica, puesto que el médico que atendía el caso no le daban el permiso para la tramitación de la visa.
“Los niños hoy en Cuba no valen nada… y puede morir hoy en cualquier institución de Salud” y no pasa nada, sentenció.
“Duele amigos, duele mucho ver partir a uno de estos pequeños, hoy me invaden los recuerdos de cuando la conocí junto a su padre”, escribió el Porfiao en su publicación junto a una fotografía que enmarca ese momento en la memoria.
En los últimos años una creciente cifra de padres cubanos han recurrido a las redes sociales clamando por una visa humanitaria que les permita soñar con la posibilidad de salvar la vida a sus hijos.
Aunque para muchos enfermos o sus familias la visa humanitaria es la única esperanza de aferrarse a la vida, el proceso tampoco es sencillo.
En mayo pasado, un conmovedor mensaje de la niña cubana Sofía Mercedes Muñoz Rivero, de solo seis años, suplicaba por ayuda para viajar a Estados Unidos, donde pueda ser tratada la leucemia mieloide aguda que amenaza su vida.
“Hola, yo me llamo Sofi. Yo me quiero ir para Estados Unidos porque estoy enfermita”, comienza diciendo la pequeña en un video que sus padres publicaron en las redes sociales y fue compartido por cientos de usuarios.
También transcurrió el pedido de ayuda para Lia Isabel García Torres, de cinco años, quien necesita con urgencia ayuda para tratarse en Estados Unidos su leucemia, porque en Cuba no hay posibilidades de curarla.
Otra madre cubana pidió ayuda para conseguir una visa humanitaria para su hija de cinco años, quien padece leucemia desde que tenía dos.
"Recurro a las redes sociales con la esperanza que alguien me pueda ayudar, créanme que hacer esto no es de mi agrado y me duele cantidad exponer las fotos de mi niña, pero necesito ayuda", dijo Janet Oliva en Facebook.
En los últimos años son varios los casos de menores de edad cubanos que han viajado a EE.UU. a tratar diversas patologías graves.
Sin embargo, otros menores han fallecido en espera de una ayuda desde el exterior.
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