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Las solicitudes de asilo en México han experimentado una notable disminución del 41,9% en lo que va del año, alcanzando un total de 36,860 casos.
Sin embargo, este descenso viene acompañado de crecientes denuncias por parte de los migrantes sobre trabas legales que dificultan la gestión de sus trámites ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
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Entre enero y mayo de 2024, se han presentado 26,576 solicitudes menos que las 63,436 registradas en el mismo periodo de 2023, año que cerró con un récord de 140,982 solicitudes, lo que representó un aumento del 18,2% respecto al año anterior, según cifras del gobierno mexicano.
El principal país de origen de los solicitantes de asilo en 2024 es Honduras (15,389), y está seguido de Cuba (8,029), Haití (3,353), El Salvador (2,896), Venezuela (2,068), Guatemala (2,014), Colombia (1,010), Nicaragua (456), Ecuador (337) y Chile (192), entre otros.
A pesar de la disminución en las solicitudes, la Comar ha resuelto apenas uno de cada tres casos, aprobando el 73% de ellos.
En Tapachula, la mayor ciudad fronteriza con Centroamérica, se concentra casi dos tercios de las solicitudes (23,838).
La disminución de solicitudes de asilo coincide con un aumento de las restricciones migratorias tanto en México como en Estados Unidos, donde el presidente Joe Biden ha implementado medidas para limitar el asilo y agilizar las deportaciones.
Esta situación ha dejado a muchos migrantes atrapados en campamentos improvisados en espera de una respuesta a sus solicitudes.
Las citas por la aplicación móvil de CBP One para presentar casos de asilo en Estados Unidos y cruzar legalmente la frontera, pueden tardar hasta seis meses. Esto obliga a los migrantes a establecerse en México durante largos períodos.
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