Los cubanos todo lo que tocan fuera de Cuba lo convierten en oro. Eniel Plana tiene 31 años y se crió en el reparto Bahía, en La Habana del Este. Llegó a España muy joven, pero el 5 de diciembre pasado dio el paso y abrió el show bar Las Vegas, en Torremolinos, Málaga, convirtiéndolo en pocos meses en la élite del transformismo, dentro del epicentro de la comunidad gay andaluza.
Formado en la gran escuela del transformismo cubano, Eniel Plana se propuso hacer algo, combinando el talento y la disciplina de su Cuba natal con los recursos que hay en España. De ahí nació el show bar Las Vegas, que en estos momentos está cerrado a la espera de un permiso del Ayuntamiento para reabrir sus puertas. "Desde que abrió, ha estado abarrotado de un público maravilloso, internacional, heterosexual y gay. Esto no es un bar gay, es un bar de todos".
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El nombre de su negocio rememora los espectáculos de Las Vegas, el mítico local ubicado en la calle Infanta, de La Habana, que se convirtió en un punto de contacto del colectivo LGTBI. "Yo quería traer Las Vegas a Torremolinos" y lo hizo, pero actualizándolo con shows en los que revive Marilyn Monroe y todo el glamour de los cabarets cubanos.
En el año 2021, Eniel Plana fue agredido en Málaga por comunistas españoles a los que les puso una denuncia por un delito de odio y xenofobia. El juicio todavía está pendiente de celebrarse. El bar, obviamente, no lo ha montado con el dinero que le corresponde por la indemnización, sino con mucho esfuerzo para contratar a varias artistas traídas de Italia. La idea es que, una vez reabra su show bar, tener fijas a dos de ellas, de manera que actúen en exclusiva en Las Vegas.
Antes de montar su negocio, Eniel Plana trabajaba de administrativo en una oficina, pero un día se planteó: "Si voy a tener que trabajar el resto de mi vida, ¿por qué no hacerlo en algo que de verdad me guste?" Y se decidió a dar el paso, a pesar de que abrir un negocio en una gran capital, como Málaga, "es muy caro. No veas la noches que me quedan por travestirme aquí. Me quedan muchas noches con la peluca puesta", dice.
Y lo consiguió. Montó un show en el que no se insulta al público, con bromas, porque ese público es el que paga las copas. "Yo quería un show, como en Cuba: actuar, actuar, actuar". Cuando sube al escenario, Eniel Plana se siente que puede con eso y con más. "Me siento empoderado".
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