En poco más de un minuto y medio de video, los terroristas que atacaron y asesinaron a sangre fría a varios asistentes a un concierto en Moscú, mostraron escenas de lo ocurrido el pasado viernes.
La secuencia, muy gráfica y escalofriante, refleja como ametrallaron a varias personas y degollaron a un hombre herido tirado en el suelo.
Lo más leído hoy:
El video estaba encabezado por un mensaje en árabe que decía “imágenes exclusivas para la agencia Amaq que muestran momentos del ataque sangriento sobre los cristianos ayer en Moscú”.
Su difusión fue rápida a través de canales sociales como WhatsApp, Telegram y X.
El analista político español Rubén Pulido lo describió en X, como imágenes sensibles y expresó que “en el vídeo disparan a quemarropa a varias personas y cortan el cuello a otra. Entre gestos con el dedo índice -el Tawhid- y proclamas de 'Al·lahu-àkbar', reivindican el atentado en nombre de Alá”.
Según la agencia EFE que hace una traducción de los mensajes enviados en el video, el terrorista que degüella a una persona y luego se dirige a la cámara a dar una arenga, dice en árabe: “Alá es el más grande, los infieles se derrotan con la voluntad de Alá. Salimos en el camino de Alá y para dar victoria a su religión”.
La propia agencia apuntó que Amaq publicó, este sábado, una imagen de los cuatro presuntos responsables del atentado del viernes, al menos tres de los cuales pueden verse en el video de hoy.
El número de víctimas mortales en el atentado terrorista contra la sala de conciertos Crocus City Hall, en Moscú, se ha elevado a 143 -incluidos tres niños- y más de un centenar de heridos, según fuentes rusas citadas por agencias de noticias europeas.
La cifra ha crecido conforme los servicios de emergencia van extrayendo cuerpos sin vida de entre los escombros del recinto, que fue incendiado por los atacantes y colapsó parcialmente.
Este ataque es el primer atentado terrorista de gravedad ocurrido en Rusia desde el comienzo de la guerra en Ucrania hace más de dos años y el mayor perpetrado en la capital rusa en más de una década, desde que separatistas chechenos secuestraran a los asistentes del teatro Dubrovka en 2002, una tragedia que acabó con 170 muertos.
Tanto el presidente ruso, Vladímir Putin, como el subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev se han abstenido de hacerse eco de la reivindicación del atentado por parte del Estado Islámico.
No obstante, Medvédev afirmó este domingo que todos los implicados serán “objetivos legítimos” de Rusia.
“Vengaremos a todos. Y los implicados, independientemente de su país de origen o su estatus, serán a partir de ahora nuestro objetivo legítimo y principal”, escribió Medvédev en Telegram, según EFE.
Archivado en: