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El Boeing 747 vendido por Irán a Venezuela y confiscado en Argentina, ha sido finalmente destruido en Estados Unidos, según informó el Ministro de Transporte de Venezuela, Ramón Velásquez.
Las imágenes divulgadas en redes sociales muestran el desguace del aparato que estuvo inmerso en una compleja disputa diplomática, y retenido casi dos años en Buenos Aires.
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El gobernante Nicolás Maduro condenó la destrucción de la aeronave calificándola de "vil y criminal". Destacó la eliminación de los símbolos patrios de la aerolínea Emtrasur antes de ser desmantelado.
Velásquez acusó a Washington de buscar desmoralizar a los venezolanos, destacando el impacto ambiental de los 'cementerios de aviones' en Arizona, donde dijo que Estados Unidos intensifica el perjuicio ecológico global.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos justificó la confiscación del avión, inicialmente en poder de Mahan Air, entidad sancionada y vinculada al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC).
Aseguran que Emtrasur violó sanciones estadounidenses al adquirir la aeronave y que un ex comandante del IRGC continuó operándolo después del cambio de titularidad.
"La llegada a Estados Unidos de este avión incautado es un poderoso ejemplo de nuestros incesantes esfuerzos por impedir que Irán y sus apoderados aprovechen y se beneficien de la tecnología estadounidense", dijo Matthew S. Axelrod, Subsecretario estadounidense de Control de las Exportaciones.
El avión, bajo la lupa por su itinerario entre Caracas, Moscú y Teherán, fue retenido en junio de 2022 en Argentina tras el aviso del FBI sobre presuntas actividades vinculadas al terrorismo en vuelos conectados con Irán.
Tras pasar varios meses retenida, la aeronave fue transferida a Estados Unidos en febrero de 2023, pese a la impugnación legal de Venezuela.
Diferentes funcionarios estadounidenses han ratificado su compromiso por negar recursos que amenacen su seguridad nacional y han elogiado la colaboración con Argentina en este caso.
Por su parte, el gobierno de Maduro acusó a los gobiernos de Estados Unidos y Argentina de conspirar y violar derechos comerciales y aeronáuticos de Emtrasur.
En 2022 cuando el avión fue incautado y se hicieron públicas algunas investigaciones. Se descubrió que un miembro de la tripulación de la nave se había sometido a cirugía estética en Cuba para alterar su apariencia física.
En la tripulación de la aeronave había otra persona acusada de ser un presunto traficante de armas y el capitán de vuelo es Gholamreza Ghasemy, a quien se le acusa de estar involucrado en la muerte de 85 personas por un atentado terrorista en 1994.
Este escándalo, que abarca múltiples países y temas de seguridad global, incluye sospechas de vínculos con operaciones de espionaje, terrorismo y otros delitos.
Adicionalmente, este incidente ha afectado a viajes entre Argentina y Cuba, puesto que Argentina ha suspendido las operaciones de Cubana de Aviación en su territorio, aeronaves que casualmente están vinculadas a Conviasa, en Venezuela.
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