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Una cubana residente en la capital denunció en sus redes sociales un presunto intento de estafa protagonizado por dos hombres que mostraron documentos del Departamento Técnico de Investigación (DTI) de la policía cubana para decomisarle un teléfono móvil.
Acorde a su relato, los dos hombres que se presentaron en su domicilio para requisarle el móvil actuaban en contubernio con empleados de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), que controlan cuáles usuarios son propietarios de terminales “modernos”.
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“Atención para todas las personas que viven en La Habana. Estos dos individuos que ven aquí (el más oscuro de piel se hace llamar Miguelito y el otro primer teniente Roberto) dicen que trabajan en el DTI de La Lisa”, pero son unos estafadores, alertó la usuaria identificada como Dunia Ruiz Argüelles en Facebook.
En una publicación en la que compartió fotografías de los supuestos agentes del DTI, la mujer explicó que su primo había recibido tres llamadas en su móvil durante el día. Al parecer, los presuntos estafadores intentaban dar con el propietario de un terminal de última generación.
Al no conseguir hablar con el primo de la denunciante, los individuos “entraron al domicilio de mi prima con una supuesta orden verbal y carnet del DTI [indicando] que tenían que entregar un móvil que estaba rastreado y puesto en la lista negra”.
“Cuando mi prima se negó a entregarlo le empezaron a hablar en voz alta y con amenazas de que no se resistiera y acabara de entregar el móvil. Rápidamente ella llamo al padre de sus niños, que gracias a Dios se encontraba cerca, y fue hasta la casa. Allí tuvo una fuerte discusión con ellos porque seguían amenazando y gritando que le acabarán de entregar el teléfono, que provenía de un robo con violencia perpetrado en un domicilio en la Lisa”, dijo la denunciante.
Acusando a la familia de no cooperar con las autoridades y ser cómplices de los delincuentes, los supuestos policías se retiraron finalmente sin lograr hacerse con el teléfono, entre amenazas de enviar una patrulla a la casa para detenerlos.
“Cuando mi prima y su esposo hicieron la denuncia (…) fueron informados que se trataba de unos estafadores y que ese era su modus operandi”, señaló la usuaria. Según afirmó, se trata de “personas que trabajan en el DTI en conjunto con personal de ETECSA”.
Como prueba de ello, indicó que las tres llamadas insistentes que recibió su primo en el móvil eran de personal de ETECSA. “Ellos saben cómo rastrear cuando el teléfono es moderno, con todos esos datos de fotos y número de teléfono”, aseguró.
Recriminando a la policía su inacción y a las autoridades la propaganda, la mujer recomendó a quienes leyeran su post que estuviesen alertas ante lo que denunció como un presunto caso de estafa, agravada en este caso por la presunta falsificación de identificaciones de la policía, o lo que es peor, por el contubernio entre funcionarios públicos.
A finales de enero, un cubano hizo un video para explicar cómo los delincuentes estafan a la hora de hacer transferencias bancarias por la aplicación del Banco Central de Cuba (Transfermóvil), ante el incremento de este tipo de incidentes.
Carlos Ernesto Cordero Batista acompañó el video con una descripción donde decía que era un “intento de estafa grabado en tiempo real”. El joven advirtió a sus seguidores que observaran el modus operandi de los que llamó "vividores", y pidió que no se dejaran engañar, así como que se compartiera “el video con todos tus conocidos para desenmascarar a estos ladrones”.
Por las mismas fechas, el monopolio de las telecomunicaciones (ETECSA, perteneciente a GAESA), a través de su Centro Nacional de Ciberseguridad y del Centro de Operaciones de Seguridad, informó de la detección de más de 2,600 incidentes de ciberseguridad de enero a septiembre de 2023.
Daniel Ramos Fernández, director de negocios digitales de la empresa, reveló que los hechos incluyeron ciberataques de denegación de servicios, envío y recepción de correos no deseados, tráfico malicioso generado por códigos malignos, escaneos de servicios y explotación de vulnerabilidades, todo lo cual comprometió sitios web y otros elementos informáticos.
Los delitos vinculados a las personas naturales representaron el 70% del total y se relacionaron fundamentalmente con el ciberacoso, la suplantación de identidad y estafas a través de las redes sociales y canales electrónicos de pago.
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