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El ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, informó que actualmente solo está en funcionamiento una de las seis lanchitas de Regla por “problemas técnicos” de las otras cinco y anticipó cuál se espera que sea la evolución del servicio en los próximos meses.
La única lanchita en funcionamiento actualmente realiza una media de 30 viajes diarios que conecta tres puntos de la bahía: el Emboque de Regla, el Muelle de Luz y Casablanca.
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Rodríguez Dávila que se contrataron y arribarán a finales de marzo tres motores nuevos y un juego de reparación adicional, junto a otros recursos, con los cuales se acelerará la reparación de las embarcaciones que ahora están varadas.
Se espera disponer de una segunda embarcación en explotación a finales de abril, otra en el segundo semestre y otras dos a comienzos del 2025, previa coordinación con los astilleros.
La sexta embarcación posee serios problemas técnicos y de completamiento que extenderán su alistamiento hasta bien avanzado el próximo año, según detalló el ministro en una extensa publicación en sus redes sociales.
El titular de transporte también informó que “próximamente se pondrá en servicio la embarcación de auxilio, lo que permitirá restablecer los recorridos de noche”, aunque no precisó cuándo.
El alto cargo añadió que además “se buscan alternativas a través de la colaboración internacional, para la adquisición de embarcaciones adicionales”.
En lo que respecta a las instalaciones, Rodríguez Dávila explicó que se han avanzado en la reparación parcial del Muelle de Luz -fruto del esfuerzo coordinado de la empresa con la Oficina del Historiador- e hizo referencia a la construcción el pasado año de una pasarela para facilitar la operación en el Emboque de Regla, al tiempo que apuntó que se avanza en otras inversiones.
Además de la única lanchita que actualmente realiza viajes diurnos, se mantienen dos ómnibus que cubren la misma ruta por vía terrestre.
El titular de transporte dijo estar al tanto de “sugerencias” hechas por los ciudadanos, entre ellas facilitar el abordaje de personas de avanzada edad a las embarcaciones, e indicó que esos asuntos serán atendidos con el gobierno provincial de la capital.
En el segmento final de su publicación, Eduardo Rodríguez Dávila reconoció que servicios similares a los que presta la lanchita de Regla en La Habana, padecen de los mismos males debido al extenso periodo de explotación de las embarcaciones sin el adecuado mantenimiento.
Los vaivenes de la lanchita de Regla
Los viajes de la popular Lanchita de Regla quedaron restablecidos a mediados de noviembre luego de la reconstrucción de la pasarela de acceso a la embarcación, cuyo deterioro había obligado a interrumpir el servicio el pasado 22 de septiembre.
Las autoridades aseguran que la obra, que duró poco más de un mes, fue compleja.
Las labores -a cargo de la Empresa Militar Industrial Granma junto a otras entidades- se retrasaron debido a las complejidades de la construcción monolítica de la pieza, su traslado por mar y montaje, a lo que se sumó que una parte del trabajo se realizó en el agua, según reveló la prensa cubana.
La espera se aprovechó para mejorar también las zonas cercanas a la instalación, se pavimentaron los pasillos y se repararon las vallas perimetrales de seguridad, entre otras medidas.
Con capacidad para unos 100 pasajeros, la Lanchita de Regla realiza su trayecto entre Regla y el Muelle de Luz en unos siete minutos.
La popular ruta marítima -que supone un alivio para quienes deben transportarse entre Regla y La Habana Vieja- también estuvo interrumpida una parte del verano tras ser sometida la embarcación a reparaciones por una “afectación del buje de la línea del eje del motor”.
Tras retomar el servicio fue por poco tiempo. En septiembre las autoridades capitalinas anunciaron nuevamente la interrupción de los viajes para sustituir la vieja pasarela por una nueva.
La medida de reparar el muelle se tomó después de numerosas quejas por el mal estado del puente de acceso, que ponía en riesgo la seguridad de los viajeros que abordaban el barco.
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