La severa tormenta local que azotó este domingo a varios municipios de La Habana con rachas de viento y lluvia dejó al descubierto el mal estado de la cubierta de la vivienda del conocido como “el pianista de Guanabacoa”.
Las tejas de fibrocemento de la vivienda de Fernando David Conde Fernández están en mal estado, según pudo comprobar el humorista Limay Blanco, quien ahora propone dejar a un lado el proyecto iniciado de arreglar la casa, para comprar otra que tenga techo de placa.
Lo más leído hoy:
En un video compartido a través de sus redes sociales, Limay explicó a sus seguidores que resultaría más caro, lento y complejo el proceso de hacerle una nueva cubierta de placa a la casa de Conde Fernández y, en su lugar, propuso comprar una nueva vivienda.
Mientras llovía en la capital, en la casa del pianista de Guanabacoa el agua entraba por todas partes filtrándose del tejado y corriendo por las paredes. Un video compartido por el humorista dejó ver el estado de la vivienda del hombre, con los suelos anegados.
Ante esa eventualidad, Limay propuso que sus seguidores valorasen la opción de comprar una nueva casa para Fernando, con un precio en torno a los 3,000 o 4,000 dólares, y evitar así tener que echar una placa nueva, que sería un proceso más lento y costoso, según explicó.
A finales de enero, Limay visitó a Conde Fernández, que padece una discapacidad mental que no le impide tocar muy bien el piano. Con la intención de ayudarlo, Limay entró a la casa y comprobó de primera mano las terribles condiciones en las que vivía luego de que su casa se incendiara y falleciera su padre por las quemaduras sufridas.
El virtuosismo del pianista de Guanabacoa le ha merecido el cariño de quienes le conocen y la popularidad entre quienes han seguido su historia por redes sociales. Tras la difusión del mal estado de su vivienda, en pocas horas el humorista consiguió recaudar más de 42 mil pesos en moneda nacional y más de mil en MLC para hacer frente a las necesidades básicas de Conde Fernández.
De inmediato, un grupo de personas se pusieron manos a la obra para realizar las reparaciones pertinentes en su casa, además de comprársele muebles y enseres. Sin embargo, las lluvias han puesto en evidencia un problema que requiere fundir una nueva placa en el techo (una solución complicada en estos tiempos en Cuba), o comprar una nueva casa.
Archivado en:
