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Cuba tiene el mayor déficit fiscal del mundo sin contar a Ucrania, según una comparativa con el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El propio régimen dijo esta semana ante la Asamblea Nacional del Poder Popular que la isla tiene un déficit estimado de 18.5% de su PIB para 2024, muy por encima del resto de los países y solo por detrás de Ucrania, que tiene un 30.3%.
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El economista cubano Pedro Monreal explica que este déficit es, por amplio margen, mayor que todos los déficits actuales del mundo, con la excepción del de Ucrania, lo cual podría preocupar a acreedores e inversionistas.
"El déficit de 18,5% del PIB de Cuba más que duplica el déficit internacional de Argelia, el segundo mayor después de Ucrania. Ningún otro déficit reportado por el FMI superó 8% del PIB. Otros países en situación de conflicto (Rusia, Niger, Sudan, Yemen) no rebasaron 6,2%", aclaró.
El dato fue presentado por el ministro de Finanzas, Vladimir Regueiro Ale, ante la Asamblea Nacional el pasado 18 de diciembre, donde dijo que para 2024 el déficit fiscal tendría un límite máximo equivalente al 18.5% del Producto Interno Bruto, el segundo porcentaje más alto desde la caída en 1993 a raíz del periodo especial.
Varios diputados intervinieron para señalar que un déficit tan elevado se traduciría en más inflación y un deterioro aún mayor del nivel de vida de la población. Al respecto, llamaron a revisar otras potencialidades de ingresos y de ahorro de gastos.
Monreal dice que en ese contexto preocupa "si aumenta o disminuye el riesgo de la deuda y de la inversión en un país que con una inflación de dos dígitos adopta una política fiscal con el segundo mayor déficit y con la práctica usual de cubrirlo con liquidez monetaria".
"¿Es una decisión económica racional?", cuestiona.
"Ese déficit indica política macroeconómica fuera de control", subraya Monreal, para quien esa situación potencialmente pudiera ocasionar perturbaciones de muy diversos tipos.
"Los mercados en CUP y en divisas no funcionan como "cuartones" aislados, aunque la superchería económica oficial asuma esa idea", explicó.
Monreal también analiza la propuesta de presupuesto del régimen para 2024, y dice que potencialmente convierte en papel mojado todo lo dicho hasta ahora acerca de la estabilización macroeconómica en Cuba.
Señala que con un déficit estimado en 18,5% del PIB no habría macroestabilización; pero los medios oficiales han intentado omitir ese "déficit galáctico"; pues "indica que reducir la inflación no es una prioridad ministerial".
Otro economista, Josué Portal, consideró que esa situación podría no ahuyentar a los inversionistas, pero sí posibilitar al régimen acudir a los recursos nacionales para paliar su deuda. Explica que con esos recursos nacionales se ha estado "pagando deuda sin pasar por dinero".
En medio de este oscuro pronóstico, el régimen cubano anunció un nuevo paquete de medidas con subida de precios e impuestos a servicios básicos como el agua, el gas, el transporte y la energía, entre otros.
Al intervenir en el Segundo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su X Legislatura, el primer ministro cubano Manuel Marrero Cruz, dijo que para el país es insostenible seguir subsidiando estos servicios.
También fue eliminada la tarjeta de racionamiento, que representaba la única fuente de acceso a alimentos con precios controlados por la inmensa mayoría de la población de la isla.
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