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El exdiplomático estadounidense Víctor Manuel Rocha enfrenta 15 cargos penales, entre ellos el de espiar para el régimen cubano, según la acusación develada este miércoles por el Tribunal Federal de Miami.
Los documentos judiciales presentados en las últimas horas indican que Rocha, de 73 años, afronta un cargo por actuar como “agente ilegal de un gobierno extranjero” y otro por conspiración de ese mismo delito y “defraudar a Estados Unidos”, señaló un despacho de la agencia EFE.
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Las condenas máximas por los 15 cargos sumarían en total 60 años de cárcel, de ser hallado culpable.
La audiencia de Rocha que había sido programada para este miércoles en un tribunal de Miami -la segunda después de su arresto el pasado 1 de diciembre- fue pospuesta por el juez Edwin G. Torre para el próximo martes 12, fecha en que serán presentadas formalmente todas las acusaciones.
En el pliego acusatorio se incluyen también cinco cargos por fraude electrónico, tres por hacer una declaración falsa para obtener un pasaporte, cuatro por “uso de un pasaporte obtenido mediante una declaración falsa” y uno por “declaraciones y representaciones falsas”.
El fiscal general Merrick B. Garland afirmó que tales acciones “exponen una de las infiltraciones de mayor alcance y más prolongadas del gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero”.
Durante más de 40 años, desde 1981 hasta el presente, Rocha, de origen colombiano y naturalizado estadounidense en 1978, presuntamente apoyó de manera secreta a la República de Cuba.
Su misión clandestina era recopilar información de inteligencia de Estados Unidos sirviendo como agente encubierto de la Dirección General de Inteligencia de Cuba (DGI), precisa el texto de la acusación.
Con el objetivo de cumplir ese papel, entre 1981 y 2002, el diplomático buscó y consiguió puestos en el gobierno de Estados Unidos que le proporcionaban acceso a información clasificada y la posibilidad de afectar la política exterior estadounidense.
De 1994 a 1995 fue director para Asuntos Interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional, con responsabilidad especial, entre otras cosas, sobre Cuba. Entre 1995 y 1997 fungió como subdirector de la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana. Fue el principal diplomático estadounidense en Argentina entre 1997 y 2000, y el embajador en Bolivia de 2000 a 2002. También, integró el Consejo Internacional sobre Terrorismo dirigido por Henry Kissinger.
El exdiplomático fue detenido en Miami luego de confesar sus actividades a un agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que se hizo pasar por otro espía cubano.
Según consta en la acusación, entre 2022 y 2023, Rocha y un agente especial del FBI que simuló ser “Miguel”, un representante de la DGI de Cuba, sostuvieron tres reuniones.
Durante esos encuentros, que fueron grabados y se efectuaron en español, el exembajador se mostró como un agente cubano, refiriéndose constantemente a Estados Unidos como “el enemigo” y utilizó el término “nosotros” para describirse a sí mismo y a Cuba.
Rocha también elogió a la figura de Fidel Castro, al que llamaba “el Comandante”, y se refirió a sus contactos en la contrainteligencia cubana como sus “compañeros”.
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