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Ryan Gutridge, un ingeniero en Tecnologías de la Información (TI) de Florida, vive y trabaja desde un crucero 300 días del año, una experiencia que le cuesta casi lo mismo que el alquiler de un apartamento en Fort Lauderdale.
En el verano de 2021 Gutridge decidió subirse a un crucero y probar cómo resultaba realizar su trabajo de forma remota desde un viaje en barco. “Todo funcionó muy bien y, desde entonces, he estado en un crucero prácticamente todas las semanas”, excepto algunas por vacaciones, dijo a Business Insider.
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El hombre se desempeña como ingeniero de soluciones en la nube para un proveedor de ese servicio, y comenzó a trabajar desde su casa en 2012. Durante la pandemia de coronavirus, su equipo pudo continuar haciendo trabajo remoto y accediendo a los datos necesarios desde cualquier lugar.
“En ese momento, las líneas de cruceros no habían anunciado cuándo regresarían o si regresarían. Pensé que si regresaban, querría intentar llevarme mi trabajo en un crucero corto”, relató a la publicación estadounidense. “Ese verano, en 2021, reservé dos cruceros de cuatro noches en el Freedom of the Seas de Royal Caribbean y realicé ambos en septiembre”.
Gutridge asegura que establece un presupuesto para cada año. Para 2023, los fondos para la tarifa base de sus viajes en crucero ascendieron a aproximadamente $30,000.
“El año pasado, cuando comencé a mirar realmente los números y a evaluar cuánto pagué por la tarifa base para estar en un barco durante 300 noches, descubrí que estaba casi codo a codo con lo que pagué por el alquiler y el servicio de recolección de basura de un departamento en Fort Lauderdale, Florida”, confesó a Business Insider.
“Me han dicho que estoy loco por intentar vivir a tiempo completo en un crucero”, comentó, pero reconoció que trabajar desde casa lo aislaba. “No tengo hijos ni mascotas, por lo que es fácil volverme algo introvertido, pero viajar en crucero realmente me ha ayudado y me ha hecho mucho más sociable”, afirmó.
Sus hábitos en el crucero le permiten una vida saludable y libre de estrés, dice Gutridge. “De lunes a viernes, en el barco, hago exactamente la misma rutina que haría en tierra. Trabajo, como sano y voy al gimnasio”, contó.
Por lo general, permanece en el barco, incluso los fines de semana, excepto cuando llegan a un puerto donde no ha estado antes. “Cuando estamos en un lugar que disfruto, uso un día de mi tiempo libre de trabajo y disfruto el día fuera del trabajo”, acotó.
Como viaja con frecuencia con Royal Caribbean, ha ascendido en su programa de fidelización y recibe beneficios por ello. “Gracias al programa de fidelización, en realidad gastaré menos dinero en cruceros este año que el año pasado, aunque navegué más”, aseguró.
El profesional de las tecnologías redujo su presupuesto para cruceros para el próximo año debido a la inflación, pero confiesa que para 2025 le gustaría deshacerse de su departamento, vender su auto y comprar una scooter.
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