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El expresidente Donald Trump insistió en que la migración a Estados Unidos debe ser legal y puso el ejemplo de la estrategia que se está desarrollando con Cuba.
En entrevista a Univisión Trump dijo que venezolanos, nicaragüenses y cubanos son buenas personas pero deben entrar a Estados Unidos por las vías legales.
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"Tienen que entrar legalmente y podemos trabajar rápido. Estamos haciéndolo con Cuba porque las personas tienen que entrar legal. En estos momentos viene a través de México el grupo mayor de migrantes en una caravana", dijo Trump.
El expresidente comentó que ese tipo de migración, multitudinaria y desordenada, no se puede permitir. En su criterio los estados de Centroamérica están aprovechando para limpiar sus países de la crápula social y enviando delincuentes a Estados Unidos.
"No nos están enviando a las mejores personas de sus países. Quieren quedarse a los mejores y nos envían a miembros de pandillas, gente con problemas mentales. Están entrando buenas personas también pero tenemos unas cifras enormes de asesinos y criminales que pasan por México", dijo Trump.
Alertó que suavizar las sanciones económicas a los países emisores de migrantes, como Venezuela y Cuba, no tendrá ningún efecto positivo para Estados Unidos.
"La administración Biden quiere darle a esos países miles y miles de dólares de los contribuyentes para que tengan un desarrollo económico y que eso haga que las personas no vengan a Estados Unidos. ¡Que tonto es eso!", dijo y recordó que su solución a la crisis migratoria son las deportaciones en caliente desde la frontera.
La actual estrategia de Estados Unidos con Cuba para frenar la migración ha sido impulsada por la administración de Joe Biden, que desde enero de 2023 mantiene abiertos distintos programas que facilitan el flujo de migrantes legalmente y retomó los vuelos de deportación.
Entre esos programas está el tradicional de Reunificación Familiar, Reunificación Familiar Modernizado, Movilidad Segura, las citas para asilo a través de CBP One para quienes esperan en México y el Parole Humanitario, con el que más de 50 mil cubanos han llegado a Estados Unidos en menos de un año.
También fue una administración demócrata la que puso un importante freno a la migración desde Cuba, en 2017 cuando Barack Obama eliminó la política de "pies secos pies mojados", que protegía y daba beneficios a cubanos que tocaban suelo norteamericano tras cruzar la frontera o entrar por mar, de forma ilegal.
Trump prefiere saltarse la evidencia e imponer su estilo de solución de conflictos. El tema migratorio es un eje de su carrera por retomar la presidencia estadounidense y la semana pasada, en Florida, dejó pautas claras de cómo lo piensa solucionar.
Durante la Cumbre de la Libertad del Partido Republicano, celebrada en Kissimmee, prometió medidas sin precedentes, como una política masiva de deportaciones.
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