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Una cubana denunció la pésima calidad del café que compró en la bodega como parte de la canasta básica.
Dailenis García Espinosa, integrante del grupo de Facebook "Madres cubanas por un mundo mejor", compartió las fotos del grano después de pasarlo por un colador.
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Según dijo, se vio obligada a hacerlo porque días atrás su cafetera por poco explota ya que al parecer cogió presión, y ella tuvo que correr para quitarla de la hornilla.
"Ahí tienen el resultado. No sé qué es lo del pozuelo más oscuro, la verdad. Ahí hay de todo, desde cáscaras hasta unas cositas prietas que parecen piedras", relató.
"En fin, que me quedó lo del otro lado, un poco mejorado pero una porquería igual. El caso es que ahora mi cafetera lo coló sin problemas y hace tres días por poco se me explota. Así que ya saben, a cernir café como si fuera cemento", sugirió.
Dailenis lamentó no tener 1,000 pesos para comprar un paquete de café bueno, y señaló que aunque le encanta, tiene que tomarse ese malo porque debe priorizar la comida de sus hijos.
"Había hasta unos pedacitos como de palo, bien chiquitos. Yo estoy al pensar que eso es la barredura del suelo, porque mira que eso tiene basura. Pero además, de esta forma te aseguras que no explote la cafetera", agregó en la sección de comentarios.
Decenas de internautas reaccionaron indignadas y compartieron sus propias experiencias.
"Sabrá Dios si tiene algo tóxico o pura suciedad. Están matando lentamente al pueblo", aseguró una joven.
"Dios mío, nuestras cafeteras son unas guerreras porque para colar eso hay que ser tremenda cafetera", afirmó una habanera.
En octubre, el director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Torrefactora de Sancti Spíritus, Ricardo Pérez, reveló que al café que envasan se le hacen "pruebas de explosión en cafeteras criollas".
"Se hacen varios muestreos durante el proceso, que incluyen las pruebas de explosión en cafeteras criollas, que son las más usadas por los consumidores", aseguró el directivo.
Pérez aseguró que esas pruebas "resultan todas positivas", lo cual garantiza que el producto está elaborado con los requerimientos necesarios para no obstruir las cafeteras criollas y provocar accidentes.
"En el laboratorio tenemos cafeteras criollas. A cada lote de café se le hace varias pruebas de explosión, que se realiza haciendo café con la cantidad reglamentada de la cafetera y, a su vez, los catadores (tenemos 12 o 13 catadores) catan el café para comprobar su calidad", precisó.
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