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Ernán López-Nussa Lekszycki puede ser el músico más clásico o el más popular del barrio y es que en Cuba puedes ser descendiente de franceses o españoles, pero el que no tiene de congo tiene de carabalí.
En este caso, su genio y virtuosismo provienen del alma; se destaca por su improvisación, creatividad, pasión que vuelca en todas las historias… ¡y que narra su piano abierto!
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Este hombre de oro, que nació el 10 de septiembre de 1958, es graduado del ISA, responsable de fundar la agrupación Afrocuba, admirador de los pianistas cubanos Emiliano Salvador y Frank Emilio, fan de Count Basie, Miles Davis junto a Winston Kelly en el piano; King Olive, Louis Armstrong, Duke Ellington, Dizzy Gillespie, Al Haig, Charlie Parker, Red Garland, entre otros más.
Ha trabajado con Síntesis, Pancho Ferry, Tata Güines, Emilio del Monte hijo, Angá, César López, Jorge Reyes, Changuito, Jorge Alexander, Terry, Alina Sánchez, Alexander Brown, Elena Burke, la Camerata Romeu y muchísimos músicos más. Creó junto a Gastón Joya y Enrique Plá un trío con el que ha participado en importantes eventos nacionales e internacionales.
Un placer conversar con el maestro Ernán, uno de mis pianistas preferidos, con quien he compartido más de un concierto.
¿Dónde naciste? Llévame a tu infancia ¿cómo era eso de ser el hermano menor, cuánto influyó en ti la herencia familiar?
Nací en la Habana, rodeado de música, literatura, artes plásticas y amigos intelectuales de mis padres que visitaban la casa; algunas veces sorpresivamente como el polifacético Samuel Feijoó.
Eso de ser el hermano menor no siempre favorece. A mí me llevaron de la mano y corriendo. Me iban a buscar al parque donde jugaba a la pelota, para estudiar el piano… ¡horas y horas! Por supuesto, todo ese ambiente que me rodeaba me enriqueció enormemente. Mis padres me ofrecieron mucha sabiduría. Por ellos fundamentalmente supe apreciar y entender la música.
¿Eres consciente de que has hecho historia en la música cubana y latinoamericana?
No sé si he hecho historia con mi música, lo que sí sé es que sigo siendo un aprendiz.
La modestia del maestro Ernán López Nussa le impide reconocer algo que para mí está muy claro: es un imprescindible de la pianística latinoamericana.
Cuenta con una discografía y videografía extensas, multipremiado en festivales nacionales e internacionales, así como en los Cubadisco. Ha incursionado en diversos géneros, mostrando mayor afinidad por el jazz.
Tus composiciones están llenas de sutilezas y de una finura singular con una mezcla de cotidianidad callejera, por lo que saco en consecuencia que nada de lo que vive el pueblo cubano en la actualidad te es ajeno. ¿Puedes entender lo que está sufriendo Cuba, su situación económica devastadora, te sientes optimista con el futuro de la Isla a pesar de que en nuestro país los amaneceres no son nada apacibles, un tanto parafraseando la inmortal obra de Borís Vasíliev?
Sí, estoy consciente de lo que el pueblo cubano ha estado sufriendo por años y lo que sufre cada vez más, porque para colmo ahora muchos padecen el tener que abandonar su país por labrarse un futuro.
Aquí no solo se van los jóvenes, también los de la tercera edad que tampoco tienen futuro. Es bien triste. También es vergonzoso las mentiras que nos dicen por los medios de comunicación. No sé a dónde quieren llegar. La obra de la Revolución se vino abajo ¡¡¡Es una verdadera pena!!!
Eres muy versátil en la interpretación y composición, has sido multipremiado nacional e internacionalmente. ¿Dedicas todo tu tiempo a la música? ¿Cuánto queda para la familia?
Soy muy egoísta, pero eso no quiere decir que le dedico todo el tiempo a la música. Aprendí a organizarme y así he sido feliz. El éxito se alcanza terminando lo que empiezas. No pongo a mi familia por delante de mi trabajo, pero si algún miembro de la familia o algún amigo me necesita, ahí estoy raudo y veloz.
Imagino que debes dedicar largas horas al estudio y los ensayos. ¿Cómo concibes la paz interior o tu paz interior está precisamente en Euterpe?
Trabajo mucho para lograr paz interior. Por ejemplo, cuando pasa tiempo y noto que no he estudiado lo suficiente el piano por estar haciendo cualquier otra actividad, ya sea componer, arreglar o escribir música que toma mucho tiempo…esa paz es vencida por la ansiedad. Lo que hago es pensar y encontrar cuál de estas ocupaciones debo posponer, según la prioridad.
Has interpretado la música clásica y has jugado con ella como has querido, creando esa maravillosa obra que es el DVD Sacrilegio, en mi opinión un jonrón con bases llenas.
En Sacrilegio atrapas obras de Bach, Beethoven, Scarlatti, Lecuona o Cervantes y desde el amor y el respeto lo conviertes en otra pieza: los sonidos de las cortes europeas mezcladas con la cadencia de los cantos yorubas, el vals de Chopin con voz y letra de Kelvis Ochoa. Háblame de este maravilloso trabajo.
Sacrilegio es, sin dudas, el resumen de mi vida. Ese paralelismo, ese ir y venir de la música académica y la música popular, es casi una lucha de contrarios. Mis profesores siempre ejercieron mucha presión sobre mí, de que mi futuro era ser un concertista.
El nombre de Sacrilegio viene de mi época de estudiante donde tocar música popular era un acto sacrílego. Cuando estudiaba largas horas en mi casa, muchas veces terminaba improvisando la obra que estaba tocando. En ese momento, tuve que disciplinarme y buscar el tiempo para hacer y estudiar las dos músicas. Ahora soy mayor de edad y hago lo que me viene en ganas y cometo todos los actos sacrílegos musicales que llegan a mi mente. Lo bueno de toda esta experiencia que es una de las que más he disfrutado.
¿Qué tipo de emoción o sentimientos te produce ser el hermano de Ruy y tío de Harold y Ruy Adrián, MÚSICOS en letras mayúsculas?
Uno de los proyectos que más disfruto hoy en día es el de la familia. Hermanos, tíos, sobrinos, hijos; muchas veces rodeados por los cuadros de mi padre, atendidos y cuidados por mi hermana… todos juntos ofreciendo lo que hemos aprendido a hacer. ¡Eso es maravilloso!
Para Ernán ¿qué será lo próximo, proyectos a mediano plazo?
Ahora estoy inmerso en la música para un filme. Tengo varios proyectos discográficos por hacer; uno de ellos junto al grupo villaclareño Raptus Ensemble con el que he venido tocando ya hace unos años. Esperemos que se concreten pronto. Y por supuesto, conciertos por aquí y por allá.
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