Ancianos cubanos con la condición de ex combatientes por su participación en la guerra de Angola sobreviven en las calles de Cuba desatendidos por las autoridades del régimen.
“Personas mayores, ex combatientes, cuentan cómo después de luchar por la revolución, ahora el gobierno los tiene desamparados”, denunció el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) en su cuenta de X.
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Un video compartido en su publicación mostró la situación en la que malviven dos de estos ancianos, sin hogar, en la calle y sin una pensión que les permita vivir con dignidad. Ambos se dedican a recoger latas en las basuras y calles para venderlas y poder comer algo.
Uno de ellos, de 68 años, mostró los sacos con latas que recoge y denunció que no tenía hogar ni recibía atención de los servicios sociales.
El otro, vecino del municipio Minas, en Camagüey, dijo que había marchado a Angola en el año 1989, cuando su hija tenía cuatro meses de nacida. “Fui prácticamente obligado, porque si no iba era un problema”, reconoció.
“Pero cuando viré no me dieron nada, ni una pensión de combatiente. Y yo estoy enfermo, mira cómo tengo los pies”, dijo mostrando sus piernas hinchadas. “Sobrevivo vendiendo latas y comiendo lo que pueda”.
La situación de los ex combatientes en Cuba ha sido denunciada en infinidad de ocasiones, pues se cuentan por miles los cubanos que participaron en guerras y otras misiones en África, y hoy malviven sin una pensión que les permita vivir dignamente.
En la “Operación Carlota” (misiones cubanas en Angola), según cifras oficiales de La Habana, se vieron involucrados durante 16 años (hasta el 1991) 377,033 militares y más de 50,000 cooperantes civiles.
Según Archivo Cuba, el régimen comunista no obró por pura solidaridad revolucionaria, ya que recibió pago por sus servicios, estimados entre US$300 y US$600 millones de dólares anuales (lo que le supondría de $4.8 a $9.6 mil millones de dólares en 16 años de contienda).
Una fuente citada en un informe de esta organización obtuvo un testimonio confidencial de un ex oficial de las FAR, indicando que Angola pagaba unos $2 mil dólares mensuales por soldado cubano.
A finales de julio se conocía la noticia de un anciano excombatiente de las guerras de Angola y Etiopía que sobrevive comiendo sobras que encuentra en las calles de la provincia Holguín.
El hombre, identificado como Julián Hidalgo Expósito, contó al portal independiente Cubanet que a veces pasa hasta tres días sin comer, y cuando el hambre es tan fuerte se come lo que encuentre: "Yo sé que si como del piso me enfermo, pero es peor morir de hambre", afirma.
En febrero, un historiador cubano denunció el abandono que sufren los ex combatientes en Villa Clara y aseguró que no hay ni coronas de flores para sus velorios en las funerarias.
Un mes antes, un combatiente del Ejército Rebelde y fundador del PCC de la provincia de Holguín denunció el abandono del gobierno local del municipio de Antilla ante su delicado estado de salud, según video compartido en redes sociales.
“Yo lo que quiero decir que llevo 70 años dedicados a los principios del socialismo y mira cómo estoy, que no puedo. Ahí están todas mis medallas. No es fácil, 70 años!!! Combatiente del Ejército Rebelde y no nos atienden. Antilla no atiende a nadie”, expone Rigoberto Sarmiento Guerrero en un video difundido por Cubanet.
El régimen castrista teme a los militares jubilados, por "nuestro historial de combate e influencia moral entre los oficiales en activo; y es hora de alzar la voz en defensa del pueblo y nuestros ex compañeros de armas", subrayó a finales de abril un comunicado del Movimiento de Militares Objetores de Conciencia.
"Mientras el pueblo y ex-militares cubanos sufren todo tipo de carencias, los Castro, su familia y la cúpula gobernante, viven como millonarios", indicó el texto, firmado entre otros por el General de Brigada (r) Rafael del Pino Díaz.
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