El actor cubano Edel Carrero arremetió en sus redes sociales contra el ruinoso estado en que se encuentra La Habana, y aseguró que cada día parece más una ciudad víctima de una guerra, ello debido al efecto de "la bomba del socialismo".
"Esto es la calle San Lázaro. Miren el efecto de la bomba del socialismo", dijo en un video que difundió en Tik Tok mientras mostraba ruinosos edificios en los que a pesar de todo "viven personas".
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"Esto es Ucrania, una guerra...Esto es el efecto del socialismo. El socialismo es un cáncer, es miseria, destrucción, muerte", añadió; e indicó que las imágenes que mostraba eran de este mismo 28 de agosto, en San Lázaro y Perseverancia, para que nadie viniera a decirle luego que eran de República Dominicana.
El joven, quien fue expulsado de su trabajo en el Centro de Teatro de La Habana a raíz de su participación en las protestas del 11J, subrayó que lo que estaba enseñando era solo un reflejo de cómo está toda Cuba, "cayéndose a pedazos".
En otro video reciente Carrero mostraba la vista desde su solar, en Bernal entre Águila y Amistad, e insistía en el preocupante dato de que en muchos de esos edificios continúan viviendo personas a pesar del gran peligro que corren.
“Para construir hoteles sí hay materiales, pero para reparar viviendas del pueblo, para eso no hay. Así es el socialismo. Así es esta dictadura", concluía indignado.
El joven, quien acostumbra a ser muy crítico con el régimen cubano, en días recientes filmó un impresionante basurero en Ánimas e Industria.
"Yo la verdad que no entiendo qué coño es lo que funciona en este país", concluía entonces ante el desagradable espectáculo; mientras que en otro video mostrado cómo incluso en los arrecifes del malecón habanero pupula la basura.
Carrero, quien en julio del 2021 se manifestó junto a varios colegas frente al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), no ha escatimado sus opiniones críticas sobre el régimen cubano desde entonces.
Fue en noviembre de ese mismo año que lo expulsaron de su centro de trabajo, luego de que las autoridades culturales le dijeran que ya no era "confiable" y prescindieran de sus servicios.
Desde entonces, lejos de rebajar la potencia de sus críticas, Edel Carrero arremete contra el régimen cada vez que tiene oportunidad.
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