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La actriz y activista cubana Kiriam Gutiérrez Pérez denunció la situación de vulnerabilidad y limitaciones que padecen las personas transexuales en Cuba, así como los riesgos que enfrentan los profesionales que arriesgan sus carreras para ayudarles en su transición.
En una extensa publicación de sus redes sociales, la activista trans relató las dificultades que enfrentó para llevar adelante su decisión de hacer la transición en un país que no contaba ni cuenta con un marco legal que garantice de manera óptima y segura este proceso.
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De ahí que muchas de las personas trans cubanas hayan tenido que vivir la transición como un proceso traumático, secreto, cometiendo ilegalidades en muchos casos, temiendo la represión y padeciendo el abandono y desprecio de las autoridades.
“En Cuba solo las personas trans que llegan a la reasignación de sexo pueden realizarse ciertas cirugías estéticas; o sea, que es ilegal e imposible ponerse implantes mamarios o, en caso de hombres trans, retirarlos”, expuso Kiriam este lunes en Facebook.
En un post titulado “Mis Tetas”, la activista contó su experiencia para colocarse implantes mamarios en el año 2014. Luego de superar el miedo y las dudas sin acompañamiento institucional o profesional, Kiriam depositó su confianza en un cirujano que realizó la operación.
“Después de ver varias cirugías y problemas post operatorios de mujeres trans, el miedo me había ganado”, confesó la activista denunciando la soledad de las personas transexuales en aquel entonces y todavía en la actualidad.
Procedimientos quirúrgicos habituales en los procesos de transición como la rinoplastia, la feminización del rostro, lipotransferencias, lipoesculturas y liposucción, se hacen en Cuba de manera ilegal, o alegal en el mejor de los casos.
“Todas se hacen por atrás, pagando y con mucha discreción”, afirmó Kiriam. Para la activista, la labor del CENESEX -que dirige la hija de Raúl, Mariela Castro Espín- es insuficiente. La institución funciona con el objetivo de lavar la imagen de un régimen que históricamente ha rechazado los reclamos de derechos del colectivo LGTBI, cuando no los ha perseguido y reprimido abiertamente.
Mientras el régimen cubano se ufana de haber aprobado un Código de las Familias que legaliza el matrimonio gay, las peticiones de las personas trans siguen sin ser atendidas, a pesar de haber sido expresadas en más de una ocasión ante las autoridades.
“Por ahí todavía estamos esperando unas máquinas de láser y unos implantes donados que parece que ‘se perdieron’, culpa de los OVNIS seguro”, se quejó la activista.
Esta desatención institucional ha dejado desprotegidas a muchas personas trans, que han sido víctimas de una política discriminatoria que, además, se ha cobrado otras víctimas entre quienes clandestinamente les han atendido.
“En esta historia todos los bandos han tenido problemas, médicos, cirujanos, enfermeros y enfermeras han sido juzgados, condenados a cárcel y retirados sus títulos con prohibición de ejercer. Mujeres trans que casi han muerto por malas prácticas, que han llegado a hospitales y les han negado atención médica”, aseguró la activista.
En su caso, no hubo complicaciones postoperatorias. Sin embargo, previo a la cirugía, Kiriam tuvo que asegurarse de tener todo lo necesario, desde medicamentos hasta insumos médicos, para entrar al salón de operaciones.
“Casi un año después el médico, enfermeros y otras personas que operaron a más de 20 mujeres trans fueron detenidos y condenados a cárcel”, dijo Kiriam, recordando las presiones y amenazas sufridas a manos de la policía para que declarase en contra de los acusados en el juicio.
Luego de varias citaciones e interrogatorios, los agentes del DTI (Departamento Técnico de Investigaciones), llegaron incluso al punto de amenazarle con retirarle los implantes mamarios.
“Sí, él me operó, y solo puedo decir gracias por hacerme feliz y haber cumplido mi sueño de tener TETAS”, dijo la activista en el juicio, al igual que muchas otras mujeres trans que fueron citadas.
“A pesar de nuevas leyes, aún las personas trans no tenemos libertad sobre nuestros cuerpos, no podemos elegir y decidir sobre nuestros cuerpos, y lo peor es que aún hoy médicos y mujeres trans se arriesgan a estas cirugías detrás, de noche, en el silencio y en condiciones peligrosas para todos”, denunció Kiriam, asegurando que “la ley de identidad de género urge en este país”.
“Hay muchas libertades por conquistar todavía”, reivindicó la activista que en varias ocasiones ha alzado su voz para defender “la libertad y el derecho de elegir y decidir sobre tu cuerpo”, pero también otras libertades y derechos civiles y políticos negados por el régimen totalitario cubano a sus ciudadanos.
Discriminadas en la sociedad, expulsadas de centros de trabajos, vejadas, golpeadas y desprotegidas por las leyes y las autoridades, las personas trans en Cuba reivindican el derecho a decidir sobre su cuerpo y reclaman a las autoridades políticas efectivas en ese sentido.
“La comunidad trans cubana exige una ley que despatologice las identidades trans y garantice la libre autodeterminación del género, es decir que no se nos considere personas enfermas, que no necesitamos informes psiquiátricos ni 2 años de hormonación para ver reconocida legalmente nuestra identidad”, sostuvo Kiriam en marzo de 2021.
En el Día Internacional de la Visibilidad Transgénero, la activista LGTBI aseguró que en Cuba no había “nada que celebrar” y abogó por una Ley que brinde "protección jurídica a las personas trans" y que reconozca "la libre determinación de la identidad sexual y la expresión de género de todas las personas, con el objetivo de garantizar el ejercicio pleno de en el ámbito sanitario, laboral, educativo, social y político”.
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