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Choferes cubanos están tratando de legalizar las carreras de carros, prohibidas por el régimen desde hace seis décadas, y convertirlas en un deporte legal.
Conductores de autos y motos reclaman salir de la "clandestinidad" a la que los obliga una negativa que consideran absurda, y alegan que una apertura a esa disciplina deportiva permitiría una mayor transparencia y control.
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"El deporte motor en Cuba ha sido muy marginado. Tú me prohíbes correr, te voy a hacer caso, pero me voy para una vaquería, una autopista a donde no me veas. Es imparable", confesó a la agencia AP, Carlos Morejón, corredor de una moto Honda de 2010 y carrocería de 2014.
AP estuvo presente en una carrera efectuada el domingo pasado en una antigua pista de aviación en San Nicolás de Bari, municipio de Mayabeque, donde compitieron una treintena de autos y motos en un escenario que no tiene nada que ver con un autódromo de otro país.
"Los organizadores mismos barrieron la pista con escobas de paja e instalaron un semáforo casero que se activaba desde un asiento de auto desvencijado colocado en medio del puesto de arranque", detalla la información.
No obstante, el evento no tuvo nada de improvisado. Fue organizado por el Club de Amigos del Motor, con la presencia de oficiales de pista y jueces, así como una ambulancia y un carro de bomberos.
"Los 32 de pilotos inscriptos –20 de motos y 12 de automóviles— fueron revisados por paramédicos, se les tomó la presión arterial que se anotó en planillas, al tiempo que los vehículos y cascos pasaron una inspección", precisa la nota.
Ariel Camacho, vicepresidente del Club de Amigos del Motor y dueño de un taller de accesorios para Lada y Moskvitch, afirmó que están tratando de sacar las carreras de la vía pública para evitar accidentes.
"Para que tengan un espacio a donde poder venir, a donde haya un ambiente deportivo. Dando un ejemplo de que se pueden hacer controladas [las competencias] y que no pase nada", subrayó.
Según el reporte, en la competencia participaron Ladas, Moskvitch y algún Peugeot, así como motos marca Jawa, MZ y Suzuki. Los ganadores no recibieron premio en metálico, sino una pequeña escultura.
La mayoría de los espectadores se enteraron por el boca a boca o en Internet.
El 11 de junio pasado, la agencia independiente CubaNet asistió a una carreras de autos y motos en la zona de Mar Azul, en las playas del este de La Habana.
Las carreras ilegales de vehículos son consideradas muy peligrosas, ya que se realizan en condiciones no controladas y a menudo implican la conducción temeraria y el uso de autos modificados o no aptos para la velocidad.
Las consecuencias pueden ser graves, no solo para los conductores sino también para los espectadores y otros usuarios de la vía pública.
Hace unos 13 días, salió a la luz el impactante video de un accidente ocurrido durante una carrera clandestina de motos en Camagüey.
El material mostraba el momento exacto del accidente. En plena carrera, la moto perdió el control y se deslizó fuera de la carretera mientras el conductor, identificado como Robertico, era expulsado varios metros hacia adelante del vehículo.
Personas cercanas afirmaron que el joven sobrevivió.
En mayo, un hombre murió tras ser impactado por dos carros que participaban en una carrera ilegal en Cienfuegos, según aseguró el hermano.
La víctima, identificada como José Ramón Falcón Gómez, se dirigía a su trabajo cuando ocurrió el accidente que le quitó la vida, explicó en Facebook Osmel Cárdenas.
En otra publicación, Cárdenas especificó que el incidente ocurrió en la zona de Rancho Luna, muy cerca de la playa, aunque no ofreció más detalles sobre los vehículos ni los choferes implicados.
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