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El gobierno cubano pospuso el Censo de Población y Vivienda para el primer cuatrimestre de 2025 y justificó la decisión con la crisis general que atraviesa el país.
La crisis económica y la escasez de combustible impiden realizar el censo en estos momentos, explicó Juan Carlos Alfonso, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
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De aquí a 2025 los especialistas trabajarán en un ensayo censal y un registro previo, según la agencia estatal Prensa Latina.
Inicialmente el censo estaba previsto para septiembre de 2022 pero la crisis económica, agravada por la pandemia del coronavirus, aplazó su realización.
El economista Elías Amor responsabilizó al presidente Miguel Díaz-Canel del retraso del censo y lo calificó como una decisión política.
"Quiere esconder el drama nacional, que se traduce en un aumento de las salidas al exterior, caída de la natalidad, aumento del envejecimiento y una notable disminución demográfica", explicó el experto a CiberCuba.
Al retrasar la medición de un censo, lo que hace el político es romper la serie histórica, que sirve a los estudiosos comprender como evoluciona la población.
Amor recordó que ni tan siquiera en tiempos de la república, se suspendieron los censos poblacionales y que las razones profundas y reales del régimen no se conocen, pero está convencido de que son las más importantes.
"No es bueno alterar las fechas censales, tiene negativas consecuencias y hará que se pierda credibilidad a nivel internacional, porque no podrán mostrar sus datos en CEPAL y la ONU", concluyó.
Tras darse a conocer la noticia, la Unión Liberal Cubana y el Partido Demócrata Cristiano de Cuba pusieron en duda los argumentos de La Habana para atrasar la fecha del censo.
"Si realmente se quisiera elaborar esta estadística se utilizarían dispositivos alternativos, como los online y el teletrabajo, ámbitos en los que Cuba se encuentra atrasada", dijeron a través de un comunicado conjunto, al que tuvimos acceso.
Coinciden en que el régimen intenta ocultar cualquier información que pueda transmitir una imagen de una economía resquebrajada y patrones demográficos negativos.
"Las dos organizaciones firmantes de este comunicado piden responsabilidad al régimen, que reflexione sobre esta decisión de retrasar el censo de población y que, en vez de esconder sus miserias, disponga los medios necesarios para que no se retrase el censo", acotaron.
Organismos internacionales, entre ellos la CEPAL, recomiendan a los Estados que deben realizar un censo de población cada 10 años, y en la región latinoamericana casi todos coinciden en las mismas fechas.
Sin embargo, esta recomendación no siempre se ha cumplido en Cuba, y en las últimas seis décadas al menos en dos ocasiones se han saltado el período de estudio: en los años 60 y en los 90 del pasado siglo.
La primera vez que se hizo un estudio poblacional detallado en Cuba fue en 1774, ordenado por el entonces gobernador Felipe de Fonsdeviela y Ondeano. El censo estimó unos 172 mil habitantes en todo el país.
"Desde la época de la colonia española y hasta 2012, en Cuba se han realizado 17 censos de población. Los gobernadores españoles ordenaron seis; dos los gobiernos de intervención militar estadounidenses; hubo cinco en la etapa republicana (cuatro por presidentes electos y uno por el gobierno de facto de Fulgencio Batista); y otros cuatro impulsados por el régimen castrista", recordó el jurista Alberto Méndez Castelló, en un artículo que publicó CubaNet.
El primero que ordenó Fidel Castro fue en 1970, los otros tuvieron lugar en 1981, 2002 y 2012;
Alrededor de 1992 no se realizó el censo correspondiente, lo que provocó una falta de información real sobre los efectos del Período Especial en la población cubana.
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