El régimen cubano suspendió la tradicional movilización del Primero de Mayo en el país, incluido el desfile en la Plaza de la Revolución de La Habana, y anunció este martes que en su lugar se realizarán actos en comunidades y centros de trabajo.
Esta repentina decisión obedece a "la compleja situación económica que está atravesando el país y de manera particular las limitaciones con el aseguramiento del combustible", dijo en conferencia de prensa el Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Ulises Guilarte de Nacimiento.
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El agravamiento de la crisis energética en Cuba, según alegó el funcionario, "nos ha conducido a reformularnos la concepción inicial para la celebración del Día Internacional de los Trabajadores el Primero de Mayo".
Dijo que bajo la "máxima austeridad" se aprobó potenciar "una jornada de celebraciones", iniciada este lunes, que permita suplir la tradicional gran movilización que el régimen acostumbra a realizar para la fecha.
Precisó que "no habrá desfile en la Plaza de Revolución", y en su lugar se realizará "un acto en el Malecón habanero", al que están convocados únicamente los residentes en los cuatro municipios céntricos de la capital que puedan trasladarse a pie: La Habana Vieja, Centro Habana, Playa y Plaza como sede.
Ese día, en el resto del país se realizarán actos en "lugares emblemáticos" de municipios, comunidades, bateyes, centros laborales y estudiantiles, explicó.
La crisis del combustible en Cuba ha obligado al régimen a suspender y/o racionar la venta en las gasolineras, a retomar el trabajo a distancia y a suspender las clases presenciales en varias universidades.
La Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara fue la primera en anunciar la medida el pasado sábado, pero luego siguieron otros centros educativos como la Universidad Agraria de La Habana, la Universidad de Holguín y la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos.
Actividades culturales, como el concierto de la Sinfónica Nacional, programado para el pasado domingo, también fue suspendido por la misma causa.
Sin embargo, los cubanos creían que el régimen mantendría el tradicional desfile a cualquier costo, ya que constituye uno de los pocos momentos que tiene en el año para presumir de "apoyo popular", pese a que muchos trabajadores denuncian acoso laboral para obligarlos a asistir.
En 2020 Cuba suspendió el evento por primera vez desde 1959 a consecuencia de la pandemia de coronavirus.
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