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La Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC) pretende modernizar con ayuda francesa tres talleres en los que brindar servicios de mantenimiento y reparación tanto de coches de pasajeros como de locomotoras en distintas provincias del país, así como la compra de insumos necesarios para esos procesos.
El proyecto está está financiado por la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD) y beneficiará en los próximos cuatro años a los talleres de Ciénaga y Luyanó, ambos en La Habana; y el de San Luis, en la provincia de Santiago de Cuba.
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En el caso del taller de Luyanó, en el capitalino municipio de Diez de Octubre, se modernizará estructural y tecnológicamente la instalación, que fue construida en la década de los 70 del pasado siglo y presenta un avanzado nivel de deterioro debido a la sobreexplotación, según declaró a Granma Enrique Valdés Abreu, jefe de grupo del proyecto de modernización de los talleres ferroviarios de la UFC.
El directivo añadió que, con la llegada al país en 2019 de los coches chinos de pasajeros se introdujo un cambio tecnológico que obligó a la Unión de Ferrocarriles de Cuba a acometer trabajos para mejorar la infraestructura del taller de Luyanó, pues es una tecnología con características diferentes a las que existían.
Valdés Abreu precisó que fue necesario hacer una reparación a la nave de mantenimiento desde el punto de vista estructural y de iluminación para atender a estos primeros 80 coches que arribaron a la Isla, de un total de 240 previstos.
El directivo precisó al citado medio oficialista que ahora está prevista la construcción de una nueva nave de 220 metros de longitud, que posibilitará el mantenimiento al tren completo de forma simultánea.
También serán instalados equipos de tratamiento de residuales para el aprovechamiento y recirculación de las aguas. Igualmente se incluye en el proyecto la instalación de paneles solares para sustentar la energía del taller y aportar al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
El proyecto de modernización de los talleres pretende incorporar fuerza laboral con egresados de la nueva carrera de ingeniería de transporte y de los tecnológicos ferroviarios.
Otro cambio será la construcción de una nave multiuso para concentrar todas las actividades del taller de Luyanó, que actualmente están dispersas. El resto de las instalaciones que ahora tienen serán demolidas aunque se recuperarán parte de las cubiertas y los perfiles de acero.
En el taller de Ciénaga, por su parte, está en marcha un proceso de inversión con la firma rusa Sinara para la reparación de las locomotoras de tecnología de esa nación euroasiática.
Finalmente en el caso del taller de San Luis, en Santiago de Cuba, se contempla el mantenimiento y la modernización de las locomotoras chinas, aunque en ese caso -a diferencia del taller de Luyanó- tiene buenas condiciones estructurales, lo que minimizará los costes de inversión.
El citado medio oficialista precisó que la Unión de Ferrocarriles de Cuba dispone de 81 locomotoras chinas, de las que 25 se encuentran en explotación y el resto están paralizadas por falta de mantenimiento y reparación.
La batalla por la modernización de los ferrocarriles cubanos
En octubre de 2022, el gobierno cubano dio luz verde a una compañía china para invertir en sector ferroviario y adquirir piezas, partes y agregados de locomotoras.
El convenio suscrito durante la Feria Internacional Transporte y Logística La Habana incluyó también la citada modernización de los talleres de mantenimiento y reparación, adjudicada en ese caso a la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD).
El gobierno ya había recurrido anteriormente a uno de sus aliados para reactivar el sector ferroviario con el que pretende aliviar la aguda crisis del transporte en Cuba.
En 2019 el director de la compañía rusa Sinara confirmó que invertiría más de 219 millones de dólares en la modernización de la infraestructura ferroviaria en Cuba, luego de haber firmado en 2016 contratos con ese fin.
Al año siguiente del anuncio de la inversión llegaron a Cuba siete locomotoras rusas para incorporarlas al sistema ferroviario en la transportación de cargas, aunque poco tiempo después Rusia suspendió el proyecto.
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