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Gran indignación ha suscitado el video de una fuerte golpiza que le propinaron cinco policías estadounidenses a un joven en Memphis, en el estado de Tennessee, que acabó muriendo tres días después por la gravedad de las heridas.
Tyre Nichols, afroamericano de 29 años, fue detenido en Memphis el pasado 7 de enero por una infracción de tráfico a solo unos minutos de su casa. Inicialmente la policía dijo que "ocurrió un enfrentamiento", que él se echó a correr y que luego hubo otro enfrentamiento cuando los agentes lo capturaron.
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Sin embargo, el video del suceso que fue hecho público por el Departamento de Policía de Memphis el viernes, desmiente la versión de los oficiales y deja ver un acto de brutalidad policial extrema.
Un representante de la familia de Nichols, el prestigioso abogado de derechos civiles Ben Crump, dijo que los policías lo golpearon como a una "piñata humana" durante tres minutos. Otro jurista calificó las imágenes de "salvajes" y sin justificación de ningún delito.
Las imágenes, tomadas de la cámara corporal de la policía y de una de vigilancia en un poste, permiten ver a cinco agentes, también de raza negra, golpeando salvajemente al joven mientras le gritan obscenidades.
En el video se ve cómo uno lo saca bruscamente de su carro, mientras Nichols dice: "Yo no he hecho nada". Luego el grupo comienza a forcejear con él para tirarlo al suelo.
"Dale con el táser", se oye gritar a un agente.
Momentos después, ya en el suelo, los policías le siguen gritando y él les responde: "Hombre, estoy en el suelo". Inmediatamente se escucha a otro amenazarlo con golpearlo.
Nichols logra zafarse y se echa a correr, mientras un oficial le dispara con la pistola eléctrica.
Se ve entonces como los agentes lo persiguen, lo capturan y comienzan a golpearlo con una porra, lo patean y lo rocían con gas pimienta mientras él, en el suelo, trataba de cubrirse la cara con las manos y grita "¡mamá, mamá!".
Finalmente, el hombre termina desplomándose.
Los cinco oficiales fueron identificados como Tadarrius Bean, Demetrius Haley, Desmond Mills Jr, Emmitt Martin III y Justin Smith. Todos fueron expulsados del Departamento de Policía.
Fueron detenidos y acusados de homicidio en segundo grado, agresión con agravantes, secuestro con agravantes, faltas éticas y opresión. Cuatro de ellos quedaron en libertad tras pagar una fianza.
La jefa de Policía de Memphis, Cerelyn Davis, calificó el video del incidente como "horrible, alarmante, decepcionante, triste".
Por su parte, el alcalde de Memphis, Jim Strickland, emitió una declaración en la que afirmó que claramente los oficiales violaron las políticas del departamento, y que ha iniciado una revisión de la capacitación, políticas y operaciones de las unidades especializadas.
"Estoy triste y enojado por la familia de Tyre Nichols. También estoy enojado por los muchos buenos hombres y mujeres del Departamento de Policía de Memphis que dedican sus vidas a servir a nuestros ciudadanos", dijo.
El abogado Antonio Romanucci, que representa a la familia de la víctima, recalcó que los agentes "actuaron juntos... para infligir daño, terrorismo, opresión de la libertad, opresión de los derechos constitucionales, lo que condujo a un asesinato".
La publicación del video de la golpiza de Nichols originó protestas en Nueva York.
Se espera que ocurran más durante el fin de semana, y por ello los cuerpos de seguridad de ciudades como Filadelfia, Atlanta y Washington, D.C. se han preparado para posibles manifestaciones.
La madre y el padrastro del fallecido instaron a la población a no crear problemas.
"No queremos ningún tipo de alboroto. No queremos ningún tipo de disturbio. Queremos protestas pacíficas", dijo Rodney Wells, padrastro del joven.
Tyre Nichols era padre de un niño de cuatro años y trabajaba en la empresa de envíos y mensajería FedEx.
Sus familiares alegan que debido a los golpes sufrió un ataque al corazón y una insuficiencia renal que le provocaron la muerte.
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