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Casi todos los incendios forestales en Cuba son provocados por personas, de acuerdo con los guardabosques cubanos.
Alrededor del 90 por ciento de los fuegos en áreas boscosas se originan por las quemas no autorizadas de hierba o caña, el empleo de vehículos sin matachispas y la actividad de cazadores furtivos, aseguró Manuel Lamas Gómez, jefe del Cuerpo de Guardabosques de Cuba, según un reporte de la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
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Estas causas, explicó el directivo, suponen casi la totalidad del origen de los incendios, y contrastan con las naturales, las cuales contabilizan solo el dos o tres por ciento del total y se deben principalmente al impacto de descargas eléctricas, el aumento de las temperaturas y el cambio climático, entre otras.
Lamas advirtió que el inicio del año, sobre todo marzo y abril, es la época de mayor riesgo para la ocurrencia de incendios forestales, pues son los meses coincidentes con el período seco y en esta etapa se concentran del 70 al 75 % de los siniestros registrados en todo un año.
Aunque los guardabosques cubanos utilizan medios de detección área y satelital y existe una "amplia red de avisos" integrada en las comunidades rurales, la acción humana continúa atentando contra las áreas verdes en Cuba.
"La precisión de los puestos de observación y la rápida acción de los guardabosques posibilitaron que en los últimos años las llamas hayan sido extinguidas antes de destruir más de cinco hectáreas (ha) en el 75 % de las ocasiones", precisó Lamas.
El jefe de los guardabosques cubanos insistió en que la solución no está en la prohibición del uso del fuego para ciertas actividades agrícolas y económicas, sino en la "transformación de conductas y el empleo responsable del mismo".
En los primeros cinco meses de 2022 se registraron 284 incendios forestales en Cuba, el período de mayor riesgo para la ocurrencia de este tipo de eventos.
La mayoría tuvo lugar en la provincia de Pinar del Río, la más afectada por el paso del huracán Ian en septiembre último.
Aunque el total de siniestros forestales reportados durante 2022 es inferior a los registrados en los dos años anteriores, y predominaron los de pequeñas proporciones, que suponen el 83 %, se registraron algunos muy grandes en Pinar del Río y Mayabeque.
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