Estudiantes de secundaria en Sancti Spíritus crearon grupos privados en WhatsApp para compartir pornografía durante el recién finalizado curso escolar, según autoridades de esa provincia cubana.
“Estos alumnos administraban los grupos y tenían la posibilidad de incluir o no a sus maestros, ya fueran sus profesores guías, coordinador de grado o el director del centro. La tendencia, por supuesto, fue a no incluirlos. De esta forma, tenían un grupo para recibir los contenidos e informaciones y el suyo propio para otras cosas, como fue el caso de la pornografía”, admitió este miércoles al diario oficialista Escambray el subdirector provincial de Educación en Sancti Spíritus, Yosvany Rodríguez Herrera.
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Según el reporte, en esta provincia del centro del país “se han generado varios incidentes de este tipo”, aunque, aclaró, el reglamento escolar establece que los teléfonos celulares u otros dispositivos móviles deben estar apagados durante las actividades docentes y extradocentes.
No obstante, refirió el funcionario, durante el recién finalizado curso escolar, estudiantes de secundaria “aprovecharon las tecnologías para promover el consumo de pornografía a través de redes sociales como WhatsApp”.
De acuerdo con Rodríguez Herrera, estos casos se conocieron a través de la familia, pues “el profesor no tiene facultades para revisarle el dispositivo al alumno, porque es algo de uso personal”, y los docentes no son incluidos en estos grupos, por lo que “no se enteran de lo que allí sucede”.
“Una vez que la escuela ha tenido conocimiento de estos sucesos, ha realizado análisis de conjunto con la familia, donde esta ha reconocido que, muchas veces, no le ha dado el seguimiento oportuno al uso que hacen los muchachos de las redes sociales”, aseguró el directivo de Educación en Sancti Spíritus, donde el 90% de los estudiantes poseen dispositivos móviles y resulta difícil para un solo maestro controlar el uso de los teléfonos en el aula.
Según Escambray, un reciente sondeo en 13 planteles espirituanos mostró que la mayoría de los alumnos acuden a las redes sociales en busca de información sobre las distintas asignaturas, para contactar con sus familiares y distraerse, entre otras opciones.
En junio último, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) expuso en un estudio los numerosos peligros para niños y adolescentes de acceder sin control y supervisión a los servicios de Internet. Entre estos riegos incluyó los estereotipos de género, la violencia, la pornografía, los discursos de odio y la lectura de información falsa o fake news.
Asimismo, apuntó la UNICEF que, tras la pandemia y con la llegada de la educación a distancia, seis de cada 10 adolescentes del planeta duermen con su móvil, mientras que uno de cada cinco se conecta por la noche, además de que el 98.5% está registrado en alguna red social.
La organización de Naciones Unidas alertó que cada vez se hacen más habituales entre menores prácticas de sexting, que es el envío de mensajes, fotos o vídeos de contenido erótico y sexual personal a través del móvil.
Otros estudios también reconocen que el consumo de pornografía entre adolescentes puede fomentar conductas sexuales de riesgo, ya que puede entorpecer su percepción del coito, por asociarla a la permisividad sexual, la agresividad, la violencia, la coerción sexual y la victimización.
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