Miles de cubanos acudieron este viernes al Santuario Nacional de San Lázaro en El Rincón, cuando se celebraba la víspera del día del santo venerado por los creyentes cubanos como milagroso y sanador.
“Noche de piedad, noche de fe esta vigilia con San Lázaro, el amigo de Jesús, en la que el pueblo se une para pedir de Dios su bendición”, indicó la Pastoral Juvenil de La Habana en un post de Facebook en el que compartió fotografías de la vigilia.
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Una multitud de miles de cubanos (las autoridades calculan que anualmente se dan cita unos 15,000 fieles durante la celebración) participó en las oraciones ante el santuario, una pequeña ermita que se encuentra a orillas de un poblado llamado "El Rincón", situado a 4 Km al oeste de Santiago de la Vegas, poblado de la periferia al sur de Ciudad de La Habana en Cuba.
En su parte posterior hay un moderno hospital que trata enfermedades de la piel, herencia del antiguo Real Hospital de San Lázaro o Leprosorio de San Lázaro. A su lado, se encuentra "una fuente bendecida por la deidad". Su agua es llevada por los creyentes como un tesoro inapreciable.
Muchos de ellos llegaron este viernes en procesión desde la capital y otros puntos de la geografía cubana, con la intención de pagar las promesas hechas al santo, relacionadas en su gran mayoría con la sanación o mejora de enfermedades, sean propias, de familiares o allegados.
Como todos los años, en la procesión fue posible ver a fieles que realizaron el trayecto en posturas de suplicantes, de rodillas, arrastrados por el suelo, o llevando sobre sí pesadas cargas u otras mortificaciones para cumplir promesas o rogar por la intercesión del santo milagroso.
Aunque la mayoría de ellos acuden por cuestiones relacionadas con la salud, otros tienen motivaciones económicas que los llevan a venerar al “viejo Lázaro”. Algunos acuden incluso desde otros países, mientras que desde zonas apartadas de la isla muchos emprenden la peregrinación en los primeros días de diciembre.
Venerado en Cuba como San Lázaro, el personaje bíblico, resucitado por Jesús y amigo de la virgen María (también representado como el mendigo en una parábola del evangelio de San Lucas), el santo es reconocido también como Babalú Ayé, el orisha africano que casi siempre se representa con sus atributos: dos perritos, un par de muletas y una campana triangular de madera.
“Este año los precios de las flores, las velas, las esfinges, las postales y todo lo relacionado con el santo están por las nubes. La inflación en Cuba se nota hasta en la religión y las personas sin escrúpulos se están aprovechando de eso. El estado solo está presente en el sitio a través de la policía para vigilar y si se da alguna situación política, reprimir al pueblo. Este año la vigilancia policial es mayor que años anteriores y los días de mayor concurrencia aún no han llegado”, comentó para CubaNet una devota que peregrinó hasta el santuario.
La devoción por San Lázaro ocupa el segundo lugar después de la que se profesa a la patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad. Desde el día 15 y hasta el 18 de diciembre las carreteras cercanas de la iglesia son cerradas al tránsito de vehículos, mientras se refuerza la vigilancia policial en la zona ante la afluencia de miles de creyentes a los que el régimen cubano tolera la celebración del culto, pero sin que sus plegarias se desvíen hacia otros ámbitos sociales o políticos donde no es bien recibida la prédica de la Iglesia católica.
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