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En medio de la nueva ola de protestas de ciudadanos hartos con el colapso del sistema eléctrico nacional y la ineptitud de sus gobernantes, el grupo hotelero Gaviota promovió La Habana como destino turístico de “calidad”, con hoteles funcionando con “normalidad”, lo cual provocó un aluvión de críticas en redes sociales.
El grupo hotelero Gaviota, en manos de la cúpula militar del régimen cubano, lanzó una publicación en Twitter este jueves en la que promocionó la capital cubana como un destino turístico seguro, mientras sus habitantes y el resto de los cubanos sufren el mayor descalabro de la historia del sistema electroenérgetico nacional, que las autoridades achacan al paso del huracán Ian.
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Con millones de hogares sin suministro eléctrico por más de 48 horas, con un malestar creciente entre la población, evidenciado en multitud de manifestaciones espontáneas en distintas localidades, la cúpula militar del régimen hizo un llamado al turismo internacional para visitar Cuba y hospedarse en sus hoteles, donde no falta la luz, el agua ni la comida, bienes que, junto a otros, escasean entre los cubanos.
“En el destino Havana, nuestros hoteles se encuentran operando con normalidad. Estamos listos para recibirte y ofrecerte servicios de calidad”, anunció el grupo hotelero Gaviota en un tuit que salió publicado el jueves, justo cuando el régimen cubano decidía cortar el internet ante el aumento de las espontáneas manifestaciones de protesta.
Con más de 100 hoteles y villas en todo el país, agencia de viajes, servicios de transporte, empresas de excursiones terrestres y marítimas, y “todo lo que usted necesita para descubrir Cuba”, el grupo hotelero perteneciente al conglomerado empresarial de los militares cubanos (GAESA), tuvo la desfachatez de promocionar sus negocios en medio de la terrible crisis que asola al país.
Al momento, varios activistas contestaron al tuit de Gaviota con imágenes y videos de las protestas en Cuba y el despliegue de fuerzas represoras por pueblos y ciudades del país.
Otros prefirieron recordar a la cúpula dictatorial el estado ruinoso de la mayoría de las edificaciones de algunos municipios de la capital y la crisis de la vivienda a la que las autoridades no ofrecen solución, escudándose en “el bloqueo” mientras destinan cuantiosas inversiones al opaco entramado de infraestructura hotelera y turística.
“Tú ves un derrumbe, ellos ven un futuro hotel para lavar dinero. Es cuestión de puntos de vista”, comentó uno de los tuiteros cubanos en una de las imágenes compartidas, en la que se veía un semiderruido edificio habanero.
“¡No tienen vergüenza ni dolor por lo que está pasando en Cuba! ¡Millones sin luz ni agua potable, sin comida, y postean que vengan los turistas, que sus hoteles full servicio! ¡Descarados todos ustedes y la maldita Dictadura! ¡¿A ustedes no los toca el 'despiadado Bloqueo' verdad?!”, protestó otro.
“Ustedes de verdad que no tienen cara”. “No tienen vergüenza ustedes, ni un mínimo de respeto”. “Descarados el pueblo sufriendo, sin comida y si luz”. “Los Cuba están en la calle pidiendo que se vaya la dictadura, en Cuba hay un apagón general #CubaEstadoFallido #CubaPaLaCalle”. “¡Tengan un poco de vergüenza, por Dios! El pueblo agonizando y ustedes salen con esto”, expresaron otros internautas.
Este jueves, el régimen cubano protagonizó un gran despliegue policial en el país para aplacar protestas que se multiplicaban por distintas ciudades del país desde el jueves, en particular en La Habana, tras varios días de apagón continuo.
Entre las más llamativas, la sucedida en Surgidero de Batabanó, donde cientos de cubanos abuchearon al gobernante Miguel Díaz-Canel durante una visita que realizara a esta localidad, en la provincia de Mayabeque, como parte de un recorrido oficial por las zonas afectadas por el huracán Ian.
Una cascada de protestas se sucedió entre el jueves y el viernes, provocando que las autoridades del régimen interrumpieran ambos días durante varias horas el acceso a internet en la isla, en medio de crecientes reportes de protestas de cubanos exigiendo el restablecimiento del servicio eléctrico tras el apagón masivo que en varios lugares superaba ya los tres días.
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