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Unas 40 mujeres manifestaron su solidaridad con la madre cubana que perdió dos bebés en Sancti Spíritus y aseguraron haber sufrido la misma experiencia obstétrica.
La madre, quien tuvo que regresar a casa operada y sin su bebita, ya había perdido a un niño en similares circunstancias 20 meses atrás en el mismo Hospital Camilo Cienfuegos, de la capital espirituana.
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El hecho causó indignación y tristeza en la comunidad virtual cubana, que compartió decenas de testimonios en respuesta a la publicación de CiberCuba sobre las versiones de sanitarios, familiares y amigos de los padres afectados.
“Ay, mi vida, te acompaño en tu sentimiento ya va hacer dos años que pase por lo mismo en el González Coro, hospital que se encuentra en El Vedado. Por no autorizar la cesárea a tiempo y no darse cuenta en ningún ultrasonido que traía un macro feto, perdí a mi niño”, cuenta una usuaria.
“Yo también, el 7 de enero de 2014, perdí mi bebé porque el médico me dijo que mi parto demoraba y se fue a ver un juego de pelota de Santiago contra Matanzas”, comentó una testimoniante santiaguera.
Mientras, otra mujer contó que le practicaron un aborto por error de diagnóstico.
“Historias hay para contar. Yo con casi ocho meses [de gestación], por error de un ultrasonido me hicieron un aborto provocado y por poco muero. Tres días en esa historia y llevaba una micro cesárea pero no; ellos, los sábelotodo, la potencia médica hizo lo que les dio la gana, resultado de todo eso, que era mi sexto embarazo perdido. Una amiga que era enfermera me cuenta al cabo de los meses que el bebé no tenía nada”, dijo la mujer.
CiberCuba omitió mencionar a los testimoniantes con sus nombres en los perfiles de redes sociales, considerando no fueron contactados para citar sus declaraciones en este artículo.
Una internauta ofreció sus condolencias a los padres de la bebé fallecida en Sancti Spíritus y compartió su dolor. “A mí me pasó similar” y narró cómo a ella también la hicieron esperar para hacerle la cesárea: “Al tercer día ya fue demasiado tarde, ya mi bebé no se movía”.
La operación fue de urgencia, al no detectarse signos vitales del bebe -como sucedió en el caso de la nena espirituana, la diferencia fue que al niño de esta usuaria si fue posible recatarlo de la muerte, al menos, por unos días.
“Mi bebé no lloró y hubo que reanimarlo y se mantuvo intubado 20 días, los peores de mi vida. Lamentablemente murió y todo quedó ahí porque ellos se limpiaron las manos con el dichoso protocolo ese. Así pasa en los hospitales”, sentenció.
A raíz de la repercusión del caso de Sancti Spíritus, CiberCuba contactó a especialistas en obstetricia y ginecología que laboran en los equipos médicos de hospitales cubanos. Los entrevistados hablaron bajo condición de anonimato pero coincidieron en que deberían esclarecerse aspectos de la atención de las pacientes en embarazos y partos.
"Hay varias cuestiones médicas que deben conocerse, por ejemplo que está establecido que a las 37 semanas de embarazo no se haga la cesárea, por el peligro del llamado pulmón húmedo del feto", explicó un obstetra de larga experiencia. "Hay muchos peligros y por eso se espera más tiempo para proceder a una cesárea".
El médico agregó que lo sucedido en cada caso debe rastrearse por la historia clínica de la paciente, pues hay situaciones muy complicadas en los embarazos y no puede afirmarse siempre que hay negligencia cuando las cosas no salen de la forma más satisfactoria.
"Lo que puedo asegurar es que las historias clínicas de casos complicados son objeto de consulta en los colectivos médicos, y el análisis es muy serio y al detalle cada vez que hay un fallecido, con vista a esclarecer los motivos de la muerte", agregó la fuente.
Más testimonios de insatisfacción y denuncia
Una habanera relató una historia personal y la de su madre. Treinta y un años atrás su hermano gemelo murió porque, según sus palabras, “obligaron a mi mamá a parir”.
“Me tuvo a mí, y cuando salió mi hermano después de varios minutos salió por los pies y tuvieron que llevarla para cesárea. Mi hermano duro un mes en el hospital, falleció por culpa de ellos”, dijo.
“Y, para culminar, a mis 15 años vinieron dos veces a buscar a mi hermano fallecido para el servicio militar, porque si se había inscrito [por los padres, al nacer], pero ellos [las autoridades] al fallecer mi hermano no le dieron baja”, agregó y contó que hace tres meses su hija por poco muere al nacer por falta de líquido. “Si no exijo un ultrasonido, hubiera perdido a mi niña, hospital Hijas de Galicia”, precisó.
Tres de las internautas aseguraron haber perdido dos hijos en el momento del parto, una de ellas perdió jimaguas; otra con una diferencia de tiempo entre ambos partos de 13 años.
Hay testimonios que narran experiencias desgarradoras que sucedieron en varias provincias del país y en diferentes periodos.
“Yo estuve esa amarga y triste experiencia en Cuba hace 22 años”, dice una emigrada; “yo también regresé a mi casa con cesárea y manos vacías”, lamenta otra. “Yo pase por lo mismo en el año 89”, precisa una tercera que considera que no vale la pena tener un hijo en Cuba.
Otra madre regresó a casa sin su bebé, según cuenta, por negligencia médica con 30 semanas de gestación. “La doctora me ordenó una cura de yodo y me ahogó la criatura y aún lo recuerdo hace 37 años, no se olvida jamás”.
Hubo una usuaria que sostuvo que a ella tampoco la atendieron a tiempo y su bebe hizo meconio, que sucede cuando el feto expulsa heces fecales antes de nacer, y también tuvo sufrimiento fetal. “Mi bebé estuvo cinco meses luchando con traqueotomía y gastrostomía y un día como hoy, [primero de septiembre] mi bebé falleció”, aseveró.
En algunos casos, las madres que perdieron a su hijo o hija y no pudieron procrear más, como le sucedió a una santiaguera que envió sus condolencias a la madre de Sancti Spíritus.
“Te acompaño en tus sentimientos. A mí me paso lo mismo, va a hacer un año de eso, también por negligencia de los médicos y desgraciadamente ya no puedo tener más bebés. Mi nena, con 37 semanas, mi primer embarazo. Soy de Santiago de Cuba y es un dolor tan fuerte que, aunque pasen los días y los años, no se olvida”, dijo la madre santiaguera.
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