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Una anciana falleció el viernes luego de caer al estanque de un campo de golf en el Sur de Florida y ser atacada por dos caimanes.
El suceso ocurrió en el Boca Royal Golf and Country Club de Englewood, condado de Sarasota.
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Testigos dijeron que tras caer la mujer luchó por mantenerse a flote pero los caimanes la arrastraron, informó el sitio Local 10.
La Oficina del Sheriff de Sarasota dijo en un comunicado oficial que la víctima, cuyo nombre no se ha revelado, fue declarada muerta en la escena.
Por su parte, los caimanes fueron retirados del estanque por funcionarios de la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida.
Los ataques de caimanes son poco frecuentes en Florida, pero sí se han contabilizado en los últimos años.
En 2017 una niña de 10 años sufrió el ataque de un reptil en un lago del centro de la Florida. En esa ocasión el animal mordió a la menor en la rodilla y la pantorrilla cuando se encontraba sentada en aguas de aproximadamente dos pies de profundidad.
En marzo pasado las autoridades hallaron restos humanos en un área plagada por caimanes en el condado de Martin, también en la costa sureste de Florida.
Las autoridades locales fueron alertadas por un biólogo de la Comisión de Caza en Agua Dulce, quien vio lo que creyó era un caimán con un brazo humano entre sus dientes mientras trabajaba en la zona de la reserva, reveló William Snyder, alguacil de Martin.
La población de caimanes en Florida se estima en más de un millón y su temporada de apareamiento debe comienza en abril.
El cocodrilo americano suele ser un gran espectáculo para quienes visitan el sur de Florida, y aunque sus residentes están más acostumbrados a los encuentros, son un reto para la convivencia.
Desde finales de los años 80, cuando el cocodrilo americano fue incluido en el listado de especies en peligro de extinción por la caza indiscriminada de la cual era víctima, la especie ha ido ganando cada vez más terreno en Florida gracias a las políticas de protección implementadas para evitar su desaparición.
No obstante, su presencia entraña riesgos para la población, que ha ido aprendiendo a vivir en el respeto a esta importante especie.
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