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La Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara suspendió por tres años a Selby Mabokela, un estudiante de Medicina sudafricano que retuvo contra su voluntad, con ayuda de un compañero de estudio, a dos cubanas presuntamente implicadas en el robo de su teléfono celular.
A Mabokela, de 31 años, le notificaron la noticia de la sanción tres semanas antes de graduarse y ahora suplica a las autoridades cubanas que le den la posibilidad de acabar sus estudios.
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“Una noche salimos de la residencia de nuestro campus para comprar cigarros. Fuimos a un lugar lleno de jóvenes cubanos que estaban bebiendo alcohol. Después de salir del lugar, tres cubanos, un hombre y dos mujeres, nos siguieron para pedirnos cigarros”, relató Mabokela en declaraciones al diario sudafricano The DispatchLive.
“El tipo me pidió ver mi celular y mientras yo trataba de responderle, lo agarró y todos se fueron corriendo. Lo perseguimos. El tipo corrió rápido, pero logramos apresar a las dos mujeres con la esperanza de que nos ayudaran a recuperar mi celular”, añadió.
Aunque los guardias de seguridad de la residencia de estudiantes les dijeron que soltaran a las mujeres, Makobela se negó y dijo que solo las iban a liberar si ellas llamaban a la persona que tenía el teléfono.
“Eventualmente llamaron al tipo y recuperamos mi teléfono celular”, explicó Mabokela, quien cuenta que los agentes de seguridad de la residencia le dijeron que abriera una causa por robo, algo a lo que él asegura haberse negado porque le quedaba poco tiempo en la isla.
“Dije que solo tenía unas pocas semanas antes de irme de Cuba. Esto significaba que no tendría tiempo para asistir a un caso judicial. Por eso me sorprendió cuando la universidad nos llamó y nos dijo que nos iban a suspender por una falta disciplinaria”, explicó.
La carta institucional -citada por el diario sudafricano- refiere que Makobela introdujo “a dos jóvenes en su habitación en contra de su voluntad, reteniéndolas bajo amenazas, hasta que apareció su teléfono celular, además de maltratar a los líderes estudiantiles y funcionarios que llegaron para tratar de controlar la situación, mientras él estaba bajo los efectos del alcohol”.
El documento indica que la falta es grave y que el estudiante tenía ya dos sanciones, una de ellas por agresión a una compañera de estudios, algo que Makobela admite.
El estudiante sudafricano, de origen humilde y que se iba a convertir en el primer graduado de su familia, está suplicando a las autoridades que le permitan terminar sus estudios, aunque sea en una facultad de medicina de Sudáfrica.
Los allegados de Mabokela argumentan que él es la víctima de lo ocurrido y que si no hubiera retenido a las dos jóvenes cubanas no habría recuperado su teléfono.
“Creo que la decisión de suspenderlos fue dura porque no se abrió ninguna causa penal. Estamos apelando al Ministerio de Salud de Sudáfrica para que intervenga y le permita terminar sus estudios. Se esperaba que, cuando el joven regresara, fuera directamente a trabajar, pero ahora se encuentra sentado en su casa”, indicó Chuma Nonkelela, portavoz de la familia.
Yonela Dekeda, portavoz provincial de Salud, confirmó que el estudiante apeló la decisión pero que la Universidad cubana se mantiene firme.
El caso ha sido elevado al viceministro de Salud, Sibongiseni Dhlomo, para que converse con el ministro de Salud Pública cubano, José Ángel Portal Miranda, y le pida su mediación.
El doctor Mpumzi Mdledle, gerente del Hospital Académico Nelson Mandela, que estudió en Cuba y ha ejercido como mediador para facilitar la integración de los otros estudiantes en la isla, pidió a las autoridades cubanas que perdonen al joven.
“Nuestro Ministerio de Salud debería disculparse humildemente con el cubano en nombre de estos dos niños”, refirió Mpumzi Mdledle.
“En este mes de Mandela, me gustaría que reflexionáramos sobre una de las cualidades del Tata Nelson Mandela, que es el perdón. Tata amaba mucho a los niños y creía en ellos. Es una curva de aprendizaje para ellos y es parte del crecimiento. Estos dos niños han aprendido de su error. Démosles otra oportunidad de demostrar su valía”, concluyó.
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