Vídeos relacionados:
Carlos Alberto Pérez García, el tuitero cubano conocido como “El Ruso”, salió de Cuba este martes en lo que describió como una partida precipitada por el acoso de los represores del régimen cubano sobre su persona y sus familiares.
“La dictadura no tiene límites morales, no existen. Su desvergüenza es solo tan alta como su corrupción. Lleno de odio hasta el último espacio de mi cuerpo, no hay perdón y no hay olvido. Lo que han hecho a mi familia es imperdonable, pero aún son tan estúpidos que siempre estoy un paso por delante de todos ustedes”, dijo El Ruso en Twitter, compartiendo una imagen del cielo visto desde la ventanilla de un avión.
Lo más leído hoy:
El conocido creador de contenido, que en esa red social cuenta con 18,6 mil seguidores, fue detenido por agentes de la Seguridad del Estado a inicios de febrero pasado, como represalia por publicar una foto tomada a un cartel que apareció en el barrio de Santo Suárez en La Habana con el texto “Abajo Canel singao”.
“Abajo la dictadura… Vengan a buscarme”, se mofó El Ruso mientras escapaba del país, acompañando su mensaje de improperios contra Fidel Castro y los herederos de su régimen totalitario. “Las van a pagar todas y cada una”, les advirtió el tuitero, visiblemente alterado por la vigilancia y coacciones ejercidas por los represores sobre él y miembros de su familia.
“Acaban de ir a recogerme, pero como son estúpidos y llegaron tarde no les quedó otra que contarle una sarta de mentiras a mi abuela, una señora de casi 80 años, enferma, y dejarla en total estado de alteración. No tienen perdón, ojalá y muy pronto la vida se las devuelva”, se desahogó Pérez García, quien no ofreció detalles del incidente con su familia.
No obstante, los testimonios de muchos activistas cubanos por los derechos humanos describen la presión que ejerce la Seguridad del estado sobre sus familiares y allegados, con la intención de coaccionarlos y silenciarlos. En ocasiones, como en el caso del artista Hamlet Lavastida, el entorno del activista es presionado y utilizado como moneda de canje para su liberación y posterior marcha al destierro.
En el caso de El Ruso, parece haber escapado de las manos del régimen, que lo tenía en la mirilla por la popularidad de sus memes y comentarios en Twitter. La publicación de las fotos del cartel aparecido en la barriada de Santo Suárez, así como del despliegue policial para “investigar” el grafiti, originó una oleada de memes y burlas en la red social.
La viralidad del asunto provocó que Pérez García cayera “bajo investigación” por una turbia denuncia de un presunto robo de un teléfono móvil. Detenido tras las publicaciones de ese día, el tuitero salió sin cargos, pero sancionado con una multa de 3,000 pesos, en aplicación del Decreto Ley 370, conocido como Ley Azote, que prevé sanciones a los cubanos que publiquen en redes sociales información incómoda para el régimen.
Tras conocerse su salida de Cuba, muchos son los usuarios de la red social que le desearon lo mejor en su nueva vida, lo felicitaron por haber “puesto el dedo” durante tanto tiempo y le pidieron que no abandonara la denuncia y la burla que caracterizan a su perfil donde publica memes y divertidos mensajes sobre la política, las frustraciones de la juventud cubana y el éxodo migratorio que padece el país.
“Ahora si Ruso, ni más patria o muerte, ni puntos de control, ni leyes absurdas, ni hambre, ni maltratos, ni más dictadura. Ahora a caminar en libertad, como seguro siempre has soñado y como seguro te querría tu madre, por dura que sea la separación. ÉXITOS”, le deseó un internauta cubano.
Por su parte, la usuaria que se identifica como @rusitadel95 y dice ser hermana de Pérez García indicó que “a veces no hay más opción". "Es mi hermano y lo quiero lejos, no lo quiero preso. Estos HP no merecen ni a 1 cubano más tras las rejas injustamente. Están haciendo daño a mi familia. Lo siento, yo lo prefiero sin patria aunque me cueste su lejanía”, añadió.
“Se quedó con las ganas el Necio. Bien por ti. Felicidades. De pinga lo de tu abuela. Los límites no existen para una familia que lleva décadas en el poder. Pero todo, absolutamente todo, tiene un final”, le comentó otro usuario.
El DL-370, conocido como Ley Azote, comenzó a aplicarse en enero de 2020 y hasta noviembre de 2021 al menos 40 cubanos habían sido multados por sus publicaciones en redes sociales, según información recogida por el proyecto Inventario, de periodismo de Datos. La reportera de CiberCuba, Iliana Hernández, fue la primera persona sancionada con el DL-370 el 13 de enero de 2020.
Archivado en: