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MELBOURNE/DUBÁI, 17 ene (Reuters) - El número uno del tenis masculino mundial, Novak Djokovic, regresó a su casa a regañadientes este lunes tras ser expulsado de Australia por no estar vacunado contra el coronavirus. Lo peor es que también podría perderse el Roland Garros, en mayo, por el mismo motivo.
Francia dijo que Djokovic no podrá jugar en Roland Garros en mayo tal y como está la situación ahora, debido a una nueva ley de movilidad con vacunas.
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"Esto se aplicará a todos los que sean espectadores o deportistas profesionales", dijo el ministerio en un comunicado, añadiendo, sin embargo, que la situación de la pandemia podría cambiar para entonces. "Ya veremos, pero está claro que no hay exención", añadió, la más alta entidad deportiva de Francia.
En lo que respecta a Australia, el gobierno de ese país dejó la puerta abierta a un posible regreso en 2023 del serbio a su Grand Slam favorito.
El serbio de 34 años, un escéptico de las vacunas, ha ganado nueve de sus 20 grandes títulos en el Abierto de Australia.
No obstante, en vez de comenzar la búsqueda de un récord de su Grand Slam número 21 en Melbourne Park superando a Rafael Nadal y Roger Federer, tuvo que abordar aviones primero hacia Dubái y luego a Belgrado después de ser detenido dos veces y luego expulsado por las autoridades migratorias australianas.
"El Abierto de Australia ha perdido un 100% de su valor. Realmente no importa quién lo gane ahora, porque Djokovic es el número uno. Él es el hombre, hay que vencerle para ganarlo", opinó Alek Drakoo, un integrante de la comunidad serbia local que estaba en Melbourne Park y había esperado verle jugar.
La decisión del gobierno está en sintonía con la opinión pública australiana, debido a la postura de Djokovic sobre la inoculación contra el coronavirus, pero las autoridades fueron criticadas por no resolver la cuestión antes de su llegada.
"Me incomoda que el foco de atención de las últimas semanas haya estado en mí y espero que todos podamos centrarnos ahora en el deporte y el torneo que amo", dijo Djokovic en un comunicado, expresando su decepción pero su respeto por la decisión judicial en su contra.
Según la ley australiana, Djokovic no puede recibir otra visa durante tres años, a menos que el ministro responsable de la inmigración acepte que hay razones de peso o compasivas.
Sin embargo, el primer ministro australiano, Scott Morrison, insinuó que podría haber una forma de permitir a Djokovic juegue el próximo año.
"Existe la posibilidad de que (una persona) vuelva en las circunstancias adecuadas, y eso se considerará en su momento", dijo el lunes a la radio 2GB.
Djokovic llevaba una mascarilla y se hizo selfies con los aficionados a su llegada a Dubái procedente de Melbourne, antes de tomar un vehículo de la terminal hasta la puerta de embarque para un vuelo de seis horas a Belgrado.
La primera ministra serbia, Ana Brnabic, calificó como "escandaloso" el trato que recibió su héroe nacional.
El español Nadal dijo que echará de menos a su gran rival.
"Si Novak Djokovic jugara aquí sería mejor para todos, sin duda", dijo Nadal ante los medios tras vencer al estadounidense Marcos Girón por 6-1, 6-4 y 6-2 para pasar a la segunda ronda.
(Reporte de Sudipto Ganguly e Ian Ransom en Melbourne, Loren Elliott en Melbourne y Dubái, Alexander Cornwell y Chris Pike en Dubái, Jane Wardell en Sídney y Julien Pretot en París; escrito por Andrew Cawthorne; editado en español por Carlos Serrano)
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