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Jóvenes militares cubanos, en declaraciones a la prensa oficialista, amenazaron a aquellos que quieren un cambio de régimen en la Isla, durante un ejercicio táctico en Matanzas con despliegue de medios y tropas del ejército.
“Aquellos que pretenden fomentar la subversión en Cuba y quieren un «cambio de régimen» tendrán en la juventud revolucionaria, comprometida con su pueblo y su Revolución, un hueso duro de roer. Por eso, para fortalecer nuestra capacidad de respuesta, seguimos preparándonos”, dijo al periódico Granma, Ayanna Sánchez Sánchez, oficial de la defensa anti aérea.
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Por otra parte, un joven que cumple su servicio militar activo, afirmó igualmente “estar dispuesto a no dejar mancillar la Patria”, según el rotativo administrado por el Partido Comunista de Cuba (PCC).
Los militares ofrecieron tales declaraciones durante el ejercicio táctico de compañía reforzada de una unidad de infantería, donde participaron más de 400 efectivos y una gran cantidad de medios, como unidades de tanques, artillería terrestre y de la defensa antiaérea, tropas especiales, la aviación y la Marina de Guerra Revolucionaria, explica el diario.
El coronel Javier Pérez Zayas, jefe de la unidad de infantería de la región militar Matanzas, dijo que uno de los objetivos fundamentales del entrenamiento era consolidar el nivel de preparación y de disposición combativa de los jóvenes.
Desde Matanzas también se publicaron imágenes de turbas armadas y gritando consignas en un simulacro de enfrentamiento contra posibles manifestaciones, en los días previos al 15 de noviembre, cuando se realizará la Marcha Cívica por el Cambio.
Asimismo, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) anunció una semana de ejercicios de preparación para la defensa en las escuelas y universidades de La Habana, con motivo del aniversario 502 de la ciudad, coincidiendo con la jornada de la marcha.
La manifestación convocada por la plataforma Archipiélago estaba prevista inicialmente para el 20 de noviembre, pero, como respuesta, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias convocó a celebrar el Día Nacional de la Defensa justamente ese día.
Ante este llamado, los coordinadores de la marcha decidieron adelantarla para el día 15, en que Cuba reabriría sus fronteras como flexibilización de sus regulaciones por la pandemia del coronavirus.
Aun así, el régimen desplegó un gran número de policías y militares el 15 de noviembre en las calles del país, además de dispersar turbas defensoras del gobierno para ejecutar actos de repudio e impedir que los promotores de la marcha salieran de sus casas.
El gobierno cubano ha insistido en que la manifestación pacífica tiene planes “desestabilizadores” y está orquestada desde Washington. Las autoridades rechazaron la legitimidad de la iniciativa, argumentando que transgrede la Constitución porque su propósito es poner fin al sistema socialista en el país, y la Carta Magna expresa que el socialismo en Cuba es irrevocable.
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