Un muñeco de dos cabezas, con las manos y pies ensangrentados que representa a Fidel Castro fue colocado frente al Consulado de la isla en Barcelona este viernes, cuando se cumple un aniversario más del nacimiento del polémico dictador cubano.
La iniciativa fue preparada por cubanos residentes en esa ciudad española, quienes han convocado a los emigrados de la isla a acercarse para decir y reclamar a Castro lo que deseen.
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El muñeco viste una gorra militar, y anda armado con una escopeta y un cuchillo, como recordatorio de todos los crímenes atribuidos a la dictadura cubana.
"Los cubanos tenemos mucho resentimiento, queremos decirle muchas cosas a este hombre", afirmó el activista Sayde Chaling Chong García en una directa en Facebook.
Al lado del Fidel ensangrentado, hay un letrero que asegura que fue el mayor asesino y dictador de América Latina.
Los activistas tuvieron que improvisar el performance porque la persona que debía elaborar el muñeco se enfermó, explicó Chong García. A pesar de ello, en dos horas fue vestido y disfrazado por los cubanos que fueron llegando y que no quisieron dejar pasar la ocasión para reivindicar a las víctimas del régimen de La Habana.
El cumpleaños de Castro, históricamente ensalzado en la isla por los seguidores del régimen y la prensa oficialista, llegó este año en medio de la peor crisis sanitaria de la historia del país, donde los pretendidos logros de la salud cubana han quedado en entredicho ante el colapso de hospitales y las elevadas muertes por Covid-19.
Asimismo, ocurre a un mes de las protestas antigubernamentales más grandes de los últimos 62 años; y en medio de una intensa escasez de alimentos, medicinas y productos básicos que ha erosionado la creencia del pueblo cubano en la llamada revolución de Castro.
El desencanto de miles de cubanos del régimen implantado por el dictador ocurre al tiempo que han ido saliendo a la luz las pruebas de la vida de lujos y opulencia de la familia Castro, en contraste con la situación de miseria permanente que ha padecido la población del país.
En varios países los cubanos emigrados se han movilizado durante los últimos meses en apoyo al pueblo cubano, que finalmente el 11 de julio tomó las calles para pedir un cambio de régimen.
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