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La atleta española Ana Peleteiro, quien acaba de ganar la medalla de bronce en el triple salto en los Juegos Olímpicos de Tokio, agradeció a su entrenador, el mítico saltador cubano Iván Pedroso.
La estelar deportista gallega de 25 años recordó cuánto ha evolucionado desde que comenzó a entrenar con Pedroso, oro olímpico de salto de longitud en Sydney 2000 y tetracampeón del mundo.
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"Iván ha sido la persona que ha confiado en mí, que me ha sacado de la mierda absoluta, de una niña que pesaba 65 kilos, que le sobraba grasa por todos lados, un talento que estaba roto. Era un juguete roto, literalmente. Confió en mí, me agarró y me dijo: 'Lo vamos a hacer. No sé si será aquí, en cinco o diez años, no sé cuándo será, pero vamos a hacer algo grande juntos", expresó Peleteiro en conferencia de prensa.
La joven entrena junto a la venezolana Yulimar Rojas, quien en Tokio se alzó como ganadora absoluta de la especialidad de triple salto, al romper el récord mundial con una marca de 15,67 metros.
"Somos un equipo, somos una piña", dijo la española.
"Estos dos últimos meses he sentido más que nunca que el Team Pedroso es un Team. (...) Hemos venido aquí como equipo a luchar, a la guerra, como decía hace dos días y estamos muy unidos. Y eso es todo gracias a Iván porque a veces somos un grupo que tiene muy buen nivel, per es muy difícil de gestionar", aclaró.
La atleta reveló que Pedroso, a quien le une una gran amistad más allá de las pistas, la regaña cuando ella llora si hace un mal salto en las competencias, pero señaló que a veces no se puede contener.
"Lloro un poquito, te concentras otra vez y lo intentas porque estaba tercera, podía aspirar a algo más. Lo he intentado hasta el último salto. Lo que pasa que es una competición muy dura, muy larga. La deshidratación se notaba, el cansancio estaba presente, pero aún así hacer todos los saltos por encima de 14,50 es la hostia.. Estoy feliz", subrayó.
Peleteiro aseguró que lo que más desea en este momento es descansar lejos de las pistas.
"Yo ahora me merezco unas vacaciones, un descanso. Mi cuerpo está al límite, literal. Tengo molestias, bueno, me duele el cuerpo, la cabeza de aguantar a Iván todos los días. Así que le voy a decir: 'Nos vemos en septiembre'", afirmó.
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