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La periodista independiente cubana, Mónica Baró, criticó al corresponsal de Público, Fernando Ravsberg, tras una publicación suya en redes sociales en la que ironizaba sobre las ayudas que el exilio quiere hacer llegar a Cuba a través de un corredor humanitario.
“Hay ‘ayudas humanitarias’ a las que le conocen las intenciones hasta los niños”, expresó este sábado el periodista uruguayo, quien fuera corresponsal de la BBC en La Habana y declarado simpatizante de la llamada revolución cubana.
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“Qué triste que un periodista se sienta sarcástico con el sufrimiento de un pueblo. Porque lo que hay detrás de las ayudas humanitarias es justo eso: mucho sufrimiento”, le contestó la joven cubana, conocida voz de la disidencia y el periodismo independiente de la isla.
Recordándole a Ravsberg que gran parte de las personas movilizadas para hacer llegar medicamentos y otros insumos a Cuba, son aquellas que han perdido amigos o familiares en los últimos tiempos, Baró le reprochó que se mostrara sarcástico en su post y en el estado su publicación.
“En Cuba TODO hace falta. Gran parte de las personas que están movilizándose… han perdido amigos o familiares en los últimos dos años por causa de negligencia médica, diagnósticos inexactos o tardíos, falta de medicamentos o retrasos en su administración. Eso es lo que mueve a mucha gente, la necesidad de ahorrar dolor a otras familias”, señaló la periodista.
De igual forma, Baró subrayó la empatía de aquellos que “simplemente quieren ayudar, como mismo ayudó tanta gente durante el tornado que ni familia en Cuba tenía en el momento en que ocurrió”.
“Es tan irrespetuoso este post del periodista uruguayo Fernando Ravsberg, tan insensible, tan cruel, tan tendencioso, tan tergiversador, que solo me inspira lástima. Su sarcasmo, basado además en especulaciones, habla peor de él que cualquier cosa que se le pueda decir”, criticó con manifiesto desprecio Baró.
En medio del momento más grave desde el comienzo de la pandemia, el post del periodista uruguayo viene a fomentar la confusión y a sembrar la discordia entre los cubanos de dentro y fuera de la isla.
“Cuba está ahora mismo atravesando uno de los momentos más dolorosos de su historia”, recordó Baró. “Han muerto niños, no solo de coronavirus sino también por falta de medicamentos, y Ravsberg cree que lo mejor que puede hacer es estimular la desconfianza hacia quienes organizan ayudas humanitarias, sembrar cizaña, estigmatizar, dividir. Lo último que necesitamos en este momento”.
La periodista se congratuló de que Ravsberg ni su familia (presuntamente cubana), necesitasen de ayuda humanitaria, “pero hay mucha gente en Cuba que sí necesita. Muchísima gente, incluyendo personal sanitario, que manda constantemente solicitudes de TODO”.
“Yo no espero que Ravsberg entienda lo que significa Cuba, lo que es la solidaridad entre cubanas y cubanos. Yo no espero que sienta empatía. Yo no espero ni siquiera que sea ético. Pero lo mínimo que podía esperar de él es que honrara su profesión y no contribuyera a desinformar”, concluyó la periodista independiente cubana.
En medio de este panorama, que el gobierno cubano se empeña en presentar como una batalla comunicacional, altos funcionarios del régimen rechazaron la creación de un "corredor humanitario".
Según el director de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior del MINREX, Ernesto Soberón Guzmán, ese término se asocia a zonas en conflicto, algo que negó ocurra en la isla.
"Rechazamos la campaña de desinformación que intenta confundir a nuestros connacionales en el exterior y a la opinión pública internacional", dijo este sábado Soberón en conferencia de prensa, asegurando que la "campaña" pretende dar la imagen de un caos sanitario "que no se corresponde con la situación nacional".
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