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Más de 13,000 personas mueren anualmente en Cuba por tabaquismo, lo que significa un promedio de casi 36 cubanos que fallecen cada día por el nocivo hábito.
Según los resultados de la última Encuesta Nacional de Salud, que concluyó en diciembre de 2019, en el país fuman uno de cada cinco cubanos de 15 años o más edad (2,014,460 personas), que representan el 21,6% de la población total.
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La epidemióloga Patricia Varona Pérez, miembro de la comisión nacional para la prevención y control del tabaquismo del Ministerio de Salud Pública, explicó al periódico Cubadebate que se trata de la información más actualizada a escala de país antes del comienzo de la pandemia.
El estudio, realizado en todas las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, en zonas rurales y urbanas, mostró que cada hora fallecen dos cubanos que mantienen el nocivo vicio.
En cuanto a la población que no fuma, se conoció que cada 24 horas mueren cuatro personas no fumadoras de 35 años o más, por enfermedades asociadas como la cardiopatía isquémica y el cáncer de pulmón.
En opinión de la investigadora "nuestro mayor problema es la iniciación en la adicción, que crece más temprano en nuestros adolescentes y jóvenes, grupos que constituyen el remplazo seguro de los fumadores adultos futuros. En esta etapa clave, (y también en otras, claro) la influencia del entorno social es vital para la no iniciación", subrayó.
La encuesta arrojó que de media, los cubanos comienzan a fumar a los 17.4 años, sin diferencias en zonas urbanas y rurales.
Uno de cada 10 fumadores se inició antes de los 12 años, y aproximadamente cinco de cada 10 lo hizo entre los 12 y 16 años. En general, los adolescentes cubanos se iniciaron más tempranamente en este hábito, al comparar con un estudio realizado en 2010.
Sobre las causas por las cuales los más jóvenes comienzan a consumir tabaco, la experta mencionó el querer sentirse aceptados en el grupo, imitar a personas que admiran y sentirse adultos.
"Es por eso que se necesita una política protectora intencionada, articulada con las decisiones de país y coherente, que desestimule el inicio de fumar. Nosotros carecemos de esa política, que de forma sistemática evalúe con toda prioridad los resultados de las acciones y permita avanzar con la participación de los propios adolescentes, hacia mayores logros en el control del tabaquismo", criticó.
La experta recordó que el tabaquismo, al ser una enfermedad crónica adictiva sistémica, se relaciona con las enfermedades no transmisibles, responsables del 80% del total de muertes al año.
"Se trata de asumir que si no controlamos el tabaquismo no podremos controlar las principales causas de mortalidad y morbilidad en los cubanos", recalcó.
En 2019 un informe global de tabaquismo elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ubicó a Cuba en el segundo lugar de la región con mayor número de fumadores.
El país resultó entonces el segundo del continente americano donde más se fumaba, con un 27,1% de fumadores mayores de 15 años, superada solo por Chile.
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