Agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) interrumpieron la celebración de un culto religioso evangélico que se celebraba en Santiago de Cuba y detuvieron al Apóstol Marcos Antonio Perdomo Silva que oficiaba el servicio en el momento del allanamiento.
“Ahora mismo llegaron los policías irrumpiendo el lugar de reunión, en pleno servicio, llevan al Apóstol Marcos Antonio Perdomo Silva para la estación de policía Micro 9 junto con los líderes y pastores que somos los que estamos reunidos guardando el protocolo establecido”, publicó la página de Facebook Shalem Perdomo.
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“Nosotros somos una iglesia, y está establecido que sea la Dirección de Asociaciones del Ministerio de Justicia la que venga acá. No la PNR, que no tiene ninguna autoridad y potestad para tratar asuntos religiosos”, le explicó micrófono en mano el pastor de la iglesia.
A preguntas de la policía sobre las autorizaciones para reunirse, el pastor contestó que estaban reunidos observando el protocolo sanitario y guardando la debida distancia de seguridad. “Las guaguas son las que están llenas”, añadió.
“Y usted está predicando sin el nasobuco”, ripostó el agente de la policía acompañado de una inspectora y otros agentes del orden. “Acompáñeme a la estación de policía”, le dice el oficial de la PNR, a lo que el pastor contesta que irían todos, él y los feligreses que allí se encontraban.
“Yo cumplo órdenes”, se escucha decir a uno de los agentes de la PNR que interrumpió el servicio religioso, mientras los asistentes protestan por el despliegue policial y el trato al que se les estaba sometiendo, como si fueran delincuentes.
En un segundo video compartido a través de la misma plataforma, se escucha al Apóstol Perdomo Silva decir que estaban recién llegados de la estación de policía y que “gracias a Dios” todo se había solucionado. “No lo hicieron bien y por eso se disculparon… Nosotros seguiremos haciendo lo que Dios nos ha dicho que hagamos”, manifestó el pastor.
“A los hermanos que están en las redes y siempre están preocupados por las cosas que suceden a nuestro alrededor… Paz”, transmitió Perdomo, insistiendo en el cumplimiento riguroso que hacen de los protocolos sanitarios en el templo.
En contraposición a ello, el Apóstol Perdomo Silva mencionó la aglomeración que “se acaba de formar en un lugar de Santiago de Cuba por un camión de viandas que llegó a un mercado”. Por todos los cubanos, pastor y feligreses dijeron estar rezando por su salud y bienestar.
“Las colas en las panaderías son impresionantes. Las colas en las tiendas MLC son impresionantes. Las colas de víveres, en las placitas, en los buses y las guaguas son impresionantes. Las han visto estos ojos que están aquí”, sentenció el líder religioso. “Ninguna plaga tocará nuestra morada”, concluyó.
Según la constitución cubana, “el estado reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa” y “las distintas creencias y religiones gozan de igual consideración”. La constitución prohíbe la discriminación basada en creencias religiosas. Declara que el país es un estado laico y prevé la separación de las instituciones religiosas y el estado.
Sin embargo, la relación entre las iglesias y el poder totalitario es pendular, con momentos de mayor entendimiento y otros de enfrentamiento velado. En el Informe de 2019 sobre la Libertad Religiosa en Cuba, Estados Unidos recogía la opinión de muchos líderes religiosos que denunciaban que “el Gobierno seguía recurriendo a las amenazas, las detenciones, la violencia y otras tácticas coercitivas para restringir a determinados grupos religiosos y las actividades de los dirigentes y seguidores, incluido el derecho de los presos a practicar libremente la religión”.
Como ejemplo de esto último, el pasado 13 de mayo fue arrestado Yoel Demetrio, pastor de la Iglesia Misionera en Cuba, con sede en Las Tunas. Ampliamente conocido por sus fuertes críticas al régimen castrista, Demetrio realizó cada fin de semana de marzo vigilias en solidaridad con los opositores y presos políticos que han sido víctimas de la represión del gobierno cubano.
La Iglesia Misionera en Cuba, organización religiosa perteneciente al Movimiento Apostólico, una red de denominaciones religiosas evangélicas a las que el Estado no reconoce legalmente, ha sido objeto de agresiones por parte de adeptos del gobierno cubano.
A finales de marzo, cuando la institución religiosa realizaba una vigilia por la crisis política que atraviesa Cuba, fue apedreada con todos sus feligreses dentro.
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