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El gobierno de La Habana asumió este viernes que la "situación" con la tala de árboles en la capital responde a errores en la planificación y mantenimiento de la vegetación urbana.
La Delegación territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente alude de esta forma, aunque sin mencionarlo, a la tala indiscriminada de árboles en zonas como la calle G, del Vedado, que ha provocado este 2021 el rechazo de internautas y vecinos de este barrio habanero.
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"Lo que hoy tenemos es la consecuencia de haber plantado variedades impropias y un mal manejo del arbolado, de ahí que este año se promueve un trabajo más centrado en revertir esta situación", dijo en declaraciones a Tribuna de La Habana la subdelegada de Medio Ambiente de este organismo, Yesenia Ibáñez Carbonell.
Aunque a principios de mayo autoridades del Ministerio de Medio Ambiente aseguraron que no tienen árboles para restituir los talados en el Vedado porque las posturas que crecen en los viveros no alcanzan la talla suficiente para que agarren, ahora dicen lo contrario.
Según Ibáñez Carbonell, tienen previsto empezar a repoblar el área ubicada frente a la Estación de Ómnibus Nacionales y la calle 5ta, desde G hasta Paseo, ambos en el municipio Plaza.
Sin embargo, no dio detalles acerca del tamaño de los árboles que serán replantados ni sobre cómo han sido elegidas las especies que a primeros de mes necesitaban tres años para estar 100% aptas para trasplantarse.
Tribuna de La Habana señala, además, que los Comités de Defensa de la Revolución han hecho un llamamiento a los habaneros para que siembren árboles este 5 de junio, Día del Medio Ambiente, en aquellas zonas desatendidas o maltratadas por organismos dependientes del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).
El diario oficialista no ofreció detalles sobre las especies elegidas por los cederistas. Tampoco dijo si tienen el visto bueno de los expertos del ministerio ni si el Estado les proporcionará plantas de algún vivero.
Asimismo han recordado que ha sido convocado un concurso de dibujo, fotografía y pintura infantil centrado en la restauración de ecosistemas, una temática difícil de abordar por los menores de Plaza de la Revolución, que recientemente han visto cómo han sido talados todos los árboles de la calle G del Vedado o de la calle Ermita, entre Conill y Tulipán, en Nuevo Vedado.
Pese a la tala indiscriminada de árboles en La Habana, desde el Ministerio de Medio Ambiente aseguran que entre 2016 y 2020 aumentó el índice de boscosidad en la provincia un 19,1%. Este dato sería superior al obtenido entre 2011 y 2015, que el medio oficialista no menciona. Tampoco hace alusión a cómo afectan a estas cifras las talas de árboles este año.
Casi medio siglo años para arreglar las playas
Si bien el mantenimiento de la vegetación urbana, plagada de errores, como reconoce el Ministerio, no parece haber sido una prioridad en la política medioambiental del Gobierno en La Habana, con vistas a este 5 de junio, las autoridades destacan la apuesta por la "rehabilitación funcional de las dunas de Playas del Este y del área protegida Ensenada de Tiscornia", en la Bahía de La Habana.
Se trata de un proyecto que lleva ocho años en marcha, pero sólo ha conseguido rehabilitar 1.063 metros (entre Mar Azul y Boca Ciega, en el Este de La Habana) de los 6.000 metros de playa estudiados.
Si los trabajos mantienen el ritmo actual, el Gobierno de Cuba necesitará al menos 45 años para regenerar toda la zona afectada.
En estos momentos, se disponen a dar mantenimiento a las pasarelas y estudiar la zona de Guanabo, donde el ministerio ha detectado restos de construcciones que afectan al ecosistema.
A estas alturas ya han evaluado la zona comprendida entre la rotonda de Guanabo y la calle 500 y en adelante continuarán desde calle 500 hasta la Veneciana.
Planta de tratamiento de aguas para un campo de golf
En el balance de acciones realizadas para combatir el cambio climático en La Habana, desde el Gobierno destacan los trabajos de realce del Malecón y el inicio de "la punta de lanza del drenaje" en la llamada Tribuna Antiimperialista.
También aseguran "no dejar de controlar" focos contaminantes en la cuenca de la Bahía de La Habana, sin aclarar si los responsables de esos focos son empresas pertenecientes al Estado cubano.
Además, destacan la construcción de plantas de tratamientos residuales en San Miguel del Padrón (en San Matías y La Prosperidad) y el inicio de una tercera en Peñas Altas. Ésta última tratará las aguas de deshecho de varios repartos del Este de La Habana y, casualmente, permitirá empezar a desarrollar el campo de golf de Bellomonte, una zona rica en vegetación, ubicada en las inmediaciones de Guanabo.
Coincidiendo con este plan inmobiliario, las autoridades cubanas han decidido invertir en el servicio de agua potable. Esto beneficiará, según dicen, a los vecinos que viven desde el Mégano hasta el Balcón de Guanabo y que a estas alturas solo tienen acceso a agua salobre. Hay que destacar que no se trata de una zona densamente poblada como Guanabo.
Desde el ministerio, citan, finalmente, los trabajos de mejora del drenaje que se han hecho en el asentamiento Pueblo Nuevo-Pontón, que abarca zonas del Cerro y Centro Habana. Estas obras supuestamente evitan inundaciones.
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