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NUEVA DELHI, 6 mayo (Reuters) - Las esperanzas de que la segunda ola de COVID-19 en India estuviera a punto de alcanzar su punto máximo fueron descartadas el jueves, ya que el país registró un récord de infecciones y muertes diarias, con la propagación del virus de ciudades a zonas rurales.
India informó 412.262 nuevos casos de COVID-19 en las últimas 24 horas y 3.980 muertes. Las infecciones superan los 21 millones, con un número total de decesos de 230.168, según datos del Ministerio de Salud.
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El modelo del gobierno había pronosticado un pico en las infecciones de la segunda ola para el miércoles.
La Organización Mundial de la Salud dijo en un informe semanal que India representó casi la mitad de los casos de coronavirus reportados en todo el mundo la semana pasada y una cuarta parte de las muertes.
India tiene 3.45 millones de casos activos pero expertos médicos dicen que las cifras reales podrían ser de cinco a 10 veces las oficiales.
La crisis de COVID-19 de India ha sido más aguda en la capital, Nueva Delhi, entre otras ciudades, pero en las áreas rurales, donde vive casi el 70% de los 1.300 millones de habitantes de la nación asiática, la atención médica pública limitada plantea más desafíos.
"La situación se ha vuelto peligrosa en las aldeas", afirmó Suresh Kumar, coordinador de campo de Manav Sansadhan Evam Mahila Vikas Sansthan, una organización benéfica de derechos humanos.
En algunas aldeas donde trabaja la organización benéfica en el estado norteño de Uttar Pradesh, hogar de unos 200 millones de personas, "hay muertes en casi una de cada dos casas", dijo.
"La gente está asustada y acurrucada en sus hogares con fiebre y tos. Los síntomas son todos de COVID-19, pero sin información disponible, muchos piensan que es una gripe estacional".
En la ciudad de Susner, en el estado de Madhya Pradesh, los pacientes eran tratados en la calle bajo los árboles o sobre sábanas en el piso.
El estado de Goa, un destino turístico muy popular en la costa occidental, tiene la tasa más alta de infecciones por COVID-19 en el país, con hasta una de cada dos personas dando positivo en las últimas semanas, informaron funcionarios del gobierno.
El primer ministro Narendra Modi ha sido muy criticado por no actuar antes para reprimir la segunda ola, luego de que festivales religiosos y manifestaciones políticas atrajeron a decenas de miles de personas en las últimas semanas y se convirtieron en eventos "súper propagadores".
Modi destacó el jueves que los estados indios deben aumentar las vacunaciones y que los trabajadores de salud que participan en la campaña de inmunización no pueden ser derivados hacia otras tareas.
El aumento de las infecciones también ha coincidido con una caída drástica de las inoculaciones por problemas de suministro y entrega, a pesar de que India es un importante productor de vacunas.
(Reporte de Anuron Kumar Mitra en Bengaluru, Danish Siddiqui en Nueva Delhi, Shilpa Jamkhandikar en Mumbai; escrito por Michael Perry; Editado en español por Janisse Huambachano)
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