Exentrenador del equipo olímpico femenino de gimnasia de EE. UU. se suicida tras ser imputado por agresión sexual

Los 24 cargos contra John Geddert incluían agresión sexual y tráfico de personas.

El entrenador y una gimnasta en una foto de archivo © Twitter/ US Sports
El entrenador y una gimnasta en una foto de archivo Foto © Twitter/ US Sports

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Este artículo es de hace 3 años

John Geddert, entrenador de la selección femenina de gimnasia artística estadounidense que resultó campeona olímpica en los Juegos de Londres 2012, se suicidó este jueves, horas después de ser formalmente acusado por la procuradora del estado de Michigan de 24 delitos, la mayoría de ellos por tráfico y maltrato de personas, dos por delitos sexuales, uno por organización criminal y otro por mentir a la policía.

La procuradora general informó que el cuerpo de Geddert fue encontrado sin vida.


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Al parecer, se había comprometido a presentarse en dependencias policiales, pero decidió quitarse la vida disparándose con una pistola.

El entrenador, de 63 años, venía siendo investigado desde hacía tres años a raíz de las acusaciones que vertieron contra él exgimnastas que declararon en el juicio del médico de las selecciones de gimnasia estadounidenses Larry Nassar, quien trabajó durante años en el gimnasio propiedad de Geddert, que entrenó, entre otras, a la campeona del mundo de 2011, Jordi Wieber.

Un informe publicado en 2018 concluyó que el Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC, por su sigla en inglés) no protegió a los atletas víctimas de Nassar de la amenaza de abuso sexual.

Las gimnastas le acusaron de conocer y permitir los abusos sexuales de Nassar en su gimnasio. Otras exgimnastas le atribuyeron malos tratos físicos y psicológicos, y dos de ellas también abusos sexuales.

Geddert, que hasta el final de su vida negó las acusaciones, fundó en 1996 uno de los centros de entrenamiento más reputados en los Estados Unidos, Twistars USA, que regentaba con su mujer. Decenas de gimnastas le caracterizaron como un entrenador muy exigente que las presionaba con mediante la intimidación y que, a menudo, traspasaba la línea del abuso.

A raíz de las primeras investigaciones en 2018 fue suspendido para ejercer como técnico por la federación estadounidense, USA Gymnastics, y decidió retirarse. Traspasó la propiedad del gimnasio a su esposa, pero esta finalmente vendió la instalación.

En una sala del complejo era donde Nassar llevó a cabo los abusos que también ejerció durante años en el equipo nacional, en las concentraciones en el racho del matrimonio Karoly, e incluso durante las competiciones internacional, así como en la Universidad de Michigan.

Según las gimnastas que señalaron a Geddert, este las obligaba a ser tratadas por Nassar. Antes de ser implicado en el escándalo del doctor, el entrenador había salido indemne de otras acusaciones de maltrato. Una entrenadora empleada por Twistar USA informó al presidente de USA Gymnastics en 2013, Steve Penny - también imputado por encubrimiento en el caso de Nassar- del maltrato físico que vio en el gimnasio y del acoso sexual que ella misma y algunas gimnastas habían sufrido por parte del técnico.

Ahora, además de los abusos, se le imputaban 20 delitos de tráfico humano por haber obligado durante una década a deportistas, seis de ellos menores de edad, a un régimen de entrenamiento que derivó en lesiones. Esos cargos le hubieran podido acarrear hasta 14 años de prisión por los casos de los menores y hasta 15 por los catorce restantes.

Los dos abusos sexuales los habría cometido sobre una víctima entre los 13 y 16 años, lo que le hubiera supuesto cadena perpetua si es declarado culpable.

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