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Vecinos de la ciudad de Camagüey cuestionaron el elevado precio en el que algunas bodegas de la ciudad vendieron los alimentos que forman parte de la dieta médica para pacientes con enfermedades que lo requieran.
"En lugar de la carne de res establecida (con un precio de $1.40, subsidiado por el Estado) la cuota se suplió por pollo, pero a un costo desmedido de $75.90. En cambio, en bodegas como La Vega, en las inmediaciones de la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte y en otra unidad del reparto La Esperanza, por citar solo dos ejemplos, cobraron lo mínimo", refiere un reporte del periódico local Adelante.
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A inicios de este año la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, aseguró en el programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana que las las dietas médicas continuarían subsidiadas.
La prensa oficialista cubana detalló que en una primera etapa se mantendrían los precios subsidiados de las dietas médicas que compran los pacientes con enfermedades crónicas de la infancia, retrovirosis crónica, fórmula basal e intolerantes a la leche, así como las que reciben las embarazadas.
Algunos cubanos opinan que si cambian el pollo por carne de res es un problema de Comercio y por tanto no están dispuestos a pagar el precio de un alimento destinado a personas enfermas y que se vende excesivamente caro.
"Todos confían en que a nivel nacional se examine a fondo el problema creado", dice el periódico de Camagüey.
Desde el 1 de enero se incrementaron los precios de todos los productos que venden en las bodegas de Cuba. La canasta básica de alimentación llega a costar hasta 799 pesos, según los cálculos hechos por el Gobierno, a lo que hay que sumarle el valor de otros servicios como la electricidad, el agua, el teléfono, y gastos en ropa, transporte y ocio.
En total se estimó que cada ciudadano cubano debe gastar hasta 1.500 pesos mensuales en satisfacer esas demandas básicas.
Los precios elevados provocaron criticas de la población hacia el Gobierno cubano, que se vio obligado a revisar las tarifas de algunos servicios como el de la electricidad.
Al respecto, el gobernante cubano Miguel Díaz -Canel dijo en recientes declaraciones que "había que ordenar el ordenamiento", en referencia al descontento que generó durante el primer mes de 2021 la aplicación de precios y el incumplimiento de órdenes por parte de entidades estatales.
Algunos datos revelados por el oficialismo aseguraron que por ejemplo, hasta un 13 por ciento de la población rechazó comprar el pan normado, asegurando que pagaban más por un producto que no mejoró en calidad.
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