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La cubana Yaneli Gálvez denunció en sus redes sociales la mala atención a los clientes en las tiendas en MLC en la isla.
Según cuenta, en uno de los nuevos locales en dólares del Barrio Chino, en Centro Habana, le cobraron dos paquetes de papel higiénico que no había comprado y, tras reclamar a la administradora por el cobro indebido, la cajera le comunicó que debía esperar una semana o más para que le devolvieran el dinero.
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Gálvez alertó que esta es una práctica que ocurre con frecuencia en las tiendas cubanas. "Tenemos que estar a la viva con las cajeras y sacar la cuenta a todos los productos que compramos esas tiendas MLC", comentó.
Después de un rato, la cajera se puso de acuerdo con una clienta que estaba en la fila para que le transfiriera el dinero y ella arreglar el error.
"No es fácil que nos roben así. Muchos tenemos que luchar para poder comprar los dólares americanos y otros sus familiares trabajan mucho en Estados Unidos para enviar dinero", dijo.
Casos de este tipo no son aislados en Cuba. En la misma publicación varios internautas comentaron de experiencias similares.
"Si compran té o gomitas en confitura deben revisar las cajas. Le sacan y ponen precinta transparente. Ya nos pasó. Venían 6 paqueticos de gomitas menos y nos tumbaron 2.40", contó Marta García.
Orlando Marques dijo que en esa misma tienda del Barrio Chino "tienen champú anticaspa bautizado con agua" y venden el pomo a $2.80.
"Eso mismo me pasó a mí en diciembre en La Puntilla con unas Coca Cola que compré, tenía 15 y la cajera me puso 16 y al momento le dije que revisara. Se hizo la de contar de nuevo y rectificó pero ni tan siquiera tuvo la educación de pedir disculpas", relató Arianne Delgado.
En Cuba no existe una Ley de Protección al Consumidor y el único instrumento jurídico es la Resolución 54 de 2018 del Ministerio de Comercio Interior, que establecen un grupo de indicaciones para garantizar la calidad del servicio.
Sin embargo, expertos y miembros de la sociedad civil cubana señalan que la principal deficiencia está en que ese organismo estatal es juez y parte en la resolución de un problema que se mantiene vigente desde hace años.
La población puede tramitar quejas y denuncias a través de los canales oficiales, pero el propio MINCIN es quien da salida a esos trámites y en dependencia del interés que le brinde podrá o no tomar una decisión a favor del consumidor. La burocracia hace que cualquier reclamación dure semanas y a veces meses en obtener respuesta.
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