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Una cubana, que en su perfil en redes sociales indica que vive en Matanzas, lamentó que en los quiscos locales solo hubiera ron a la venta, mientras arrecia la escasez de alimentos y productos de primera necesidad a lo largo y ancho de la isla.
“En los kioskos de venta.. Solo ron... Por dios!!! será para que las personas se emborrachen y se olviden de que no tienen comida?... Ni aseo personal, terrible situación”, expresa en una publicación en Facebook.
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Si bien la crisis del coronavirus ha empeorado la situación en Cuba, esta queja puede relacionarse con otra publicada en febrero por otro usuario en redes sociales, quien señalaba el notable contraste entre el abastecimiento de artículos como el jabón y la presencia abultada de bebidas alcohólicas en los estantes.
“En Jagüey Grande (Matanzas) ya se nota la escasez de jabón, pero las bebidas alcohólicas no faltan”, explicó. En ese entonces ya se agudizaba la falta de productos de aseo personal como el jabón, la pasta dental o el detergente, una situación que causaba grandes aglomeraciones, enfrentamientos y colas custodiadas por policías, algo que se extiende hasta estos días en medio de la situación epidemiológica del coronavirus.
Hace unos días un video en Instagram mostraba un cuadro lamentable en Pinar del Río, donde decenas de personas se veían amontonadas unas contra otras para hacer una enorme fila que presuntamente se había formado ante un establecimiento que vendería jabón y champú.
En las imágenes se hacía evidente que las personas, en medio de la desesperación, no cuidaban de las pautas de distanciamiento social que se imponen por estos días para intentar frenar el brote del nuevo coronavirus.
Por otro lado, el gobierno cubano ha responsabilizado a los llamados “coleros” y “acaparadores” de la alarmante escasez en las tiendas y demás centros, llegando a librar una batalla contra ellos en la que participan no solo los aparatos represivos, sino las organizaciones de masa.
Pero lo cierto es que, en medio de la tremenda carestía que afronta a diario el pueblo cubano, el ron es un fijo en los mercados, nunca falta ni en moneda nacional ni en divisas. En una conferencia de prensa a comienzos de año, Sergio Valdés, director de desarrollo de mercados de Havana Club, dijo que la producción de ron estaba priorizada en la Isla.
La industria cubana no solo produce lo suficiente para abastecer el mercado doméstico; también le alcanza para cubrir la demanda nacional, una efectividad que no logra con prácticamente ninguna otra mercancía.
Según declaraciones de Valdés, el volumen de exportación es gigante y “esto hace que la producción sea priorizada por todas las autoridades”. En la ronera San José, al sureste de La Habana, las máquinas trabajan sin cesar rellenando, etiquetando y sellando miles de botellas cada hora de Añejo Especial, Añejo Reserva, 7 años, Selección de Maestros y otras variedades de la marca Havana Club.
Por el contrario, la producción de alimentos en Cuba no satisface la demanda de la población, como ha reconocido incluso la prensa oficialista del país. En junio, el régimen admitió que el programa nacional de alimentos incumplió la producción de arroz, frijoles y carne de cerdo, los tres productos básicos de la comida cubana.
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