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El régimen de Nicolás Maduro en Venezuela decidió aplicar limitaciones mayores a partir del próximo lunes, 22 de junio, para intentar contener la propagación del nuevo coronavirus en el país sudamericano.
Entre las regulaciones se decidió la suspensión de todo el transporte público, incluyendo el Metro de Caracas. La cuarentena se radicalizará en nueve estados y la capital, señalan reportes de Telemundo y la agencia de noticias EFE.
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Además, quedará prohibida la circulación en las principales carreteras, para lo cual se establecerán “barreras de contención”.
La nación controlada por el chavismo anunció que cerraría de nuevo su economía no esencial para hacer frente a la expansión de la pandemia, después de haber flexibilizado las restricciones a 25 sectores durante una semana.
“Todos a la casa, quédate en casa es la consigna de esta semana”, dijo a través de la televisión pública VTV la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez. “Nosotros no vamos a esperar una situación de desbordamiento” por el coronavirus, añadió.
A cerca de la limitación del transporte, Rodríguez explicó que los trabajadores de los sectores esenciales de la economía, como alimentación, salud y servicios públicos, tendrán movilidad garantizada.
Después de tener, en apariencia, cierto control sobre la enfermedad, Venezuela ha visto crecer en los últimos días las cifras de contagiados y fallecidos. Hasta este domingo, la administración de Maduro reporta 3.789 casos confirmados y 33 fallecidos a causa del brote, si bien las cifras han sido puestas en duda por expertos y por la oposición liderada por el presidente interino Juan Guaidó.
El régimen comunicó que haría una “revisión” a los permisos de operación que se habían otorgado a actividades deportivas, como el fútbol y los gimnasios; estos últimos entrarán en un paro de al menos una semana desde el próximo lunes.
Según Rodríguez, las medidas especiales de confinamiento se aplicarán en los estados La Guaira, Miranda, Aragua, Lara, Zulia, Táchira, Bolívar, Trujillo y Apure, así como en la capital Caracas. La funcionaria expuso que el 77% de los casos que registra Venezuela son “importados” o de contacto con viajeros internacionales, la mayoría de ellos de Colombia y Brasil.
Vladimir Padrino, ministro de Defensa de Venezuela, señaló que la Fuerza Armada será muy rigurosa en el apoyo a las medidas restrictivas impuestas por el gobierno.
Comentó, sin presentar ninguna prueba de fuerza, que las autoridades colombianas y grupos paramilitares están “alentando” a los venezolanos, tras contagiarse muchos de ellos con el virus, a regresar a Venezuela a través de pasos ilegales conocidos como “trochas”.
En mayo pasado, el régimen venezolano extendió por 30 días el estado de alarma y la cuarentena nacional para enfrentar la pandemia. A mediados de marzo, Maduro había decretado un estado de alarma, que permitió a las autoridades restringir vuelos y autorizar solo operaciones de sectores prioritarios como alimentación y salud.
“El domingo en la noche me di cuenta por las transmisiones de televisión, los noticieros, que había un relajamiento por parte de jefes políticos del país de la revolución, haciendo actos con gente, relajando las medidas estrictas de seguridad que nos han llevado a controlar el coronavirus”, dijo Maduro al argumentar la ampliación de la medida.
El 16 de mayo Venezuela registraba su cifra más alta de nuevo casos de coronavirus, al reportar un total de 45 en 24 horas, el número más elevado entre los que venía informando hasta ese momento.
“Los casos que se están presentando en Venezuela, el 75% de ellos justamente son casos provenientes de Brasil, de Colombia, de Perú (...) de Ecuador, de Chile”, dijo Delcy Rodríguez entonces en una declaración por el canal estatal de televisión.
“Venezuela se ve también afectada por estos países que no han tomado las medidas que correspondían adoptar para hacer freno y controlar el COVID-19”, agregó.
Dos meses antes, aproximadamente, el gobierno de Miguel Díaz-Canel en Cuba había enviado 130 médicos de la isla a territorio venezolano para colaborar en el enfrentamiento al coronavirus, cuando la administración de Maduro daba cuenta de solo 42 personas infectadas.
El país andino enfrenta una crisis económica profunda, incluyendo una marcada escasez de combustible.
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